La Armada ha expedientado a un cabo primero por una falta grave que se corresponde con la firma de un manifiesto contra el franquismo en el Ejército. El militar es penado con hasta 30 días de arresto y la pérdida del destino que le fue adjudicado.

El verano pasado surgió un manifiesto que no era sino un documento que hacía apología de la figura militar de Francisco Franco y justificaba el golpe de 1936. Hasta 144 altos mandos, en su totalidad ya retirados del servicio, suscribieron la proclama franquista. Sin embargo, se toparon con otro grupo de compañeros que mostraron su “repulsa más absoluta” hacia el dictador mediante otro manifiesto.

Contra el franquismo

“No somos portadores de una moral superior, ni sostenemos ninguna sagrada herencia histórica”, destacaba el conjunto de militares antifranquistas que añadían que su deber se corresponde con la “soberanía nacional que reside en el pueblo español”.

Este documento fue promovido por el capitán de navío retirado Arturo Maira y entre los firmantes figuraron antiguos miembros de la Unión Militar Democrática (UMD), el coronel Restituto Velero, generales jubilados o el ex Jemad Julio Rodríguez. Además de este grupo, nueve militares en activo – un subteniente, cuatro cabos y otros tantos guardias civiles -estamparon su rúbrica en el manifiesto antifranquista, según desvela El País.

Sin embargo, al continuar en activo, a estos nueve militares se les ha abierto un expediente informativo que, en algún caso, ha finalizado en uno disciplinario. Este es el caso de un cabo primero de Infantería de Marina, afiliado a la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME). Además de la firma, añadió que “el silencio también humilla a las víctimas y nos convierte en cómplices de la barbarie y traición”.

Falta grave

Una comandante jurídica fue la instructora del expediente informativo abierto a este cabo primero. Destaca que la actuación del militar “sería encuadrable en la libertad de expresión del militar sin merecer reproche alguno”. “En el momento actual, la figura del general Franco, fundamentalmente a raíz del traslado de sus restos, está generando un amplio y encendido debate político-social, con participación partidista, por lo que, de considerarse tal faceta en el debate abierto, se podría estar incumpliendo el deber de neutralidad política que obliga al militar y su imparcialidad de servidor público”, sentenciaba.  

Deja abierta, así, la posibilidad de que la actitud del cabo primero sea falta disciplinaria o no y que, si lo fuera, desembocara en falta grave por violar la “neutralidad política”. La Armada, pese a que el militar se acogiera a su derecho a no declarar ni ha confirmado que fuera firmante del manifiesto, le ha abierto expediente por falta grave, lo que se traduce en un mes de arresto y pérdida de destino.

Una pena basada en una sentencia del Alto Tribunal sobre el caso Mena, el capitán general de Sevilla que en la Pascua Militar del curso 2006 criticó el Estatuto de Cataluña. Sin embargo, el abogado del expedientado alega que este precedente no se asemeja al de su representado, pues Mena amenazó con una intervención del Ejército si la reforma del Estatut traspasaba según qué fronteras.