Carla Antonelli, actriz, política y activista de los derechos LGTBIQ+, es la primera y única mujer trans que ha accedido a un cargo de representación parlamentaria en España.

Comenzó su carrera política como Coordinadora del Área Transexual del Grupo Federal GLTB del PSOE en 1997. Allí trabajó para incluir en el programa electoral el matrimonio entre personas del mismo sexo, la Ley de Identidad de Género para personas transexuales y una normativa que permitiera a las mujeres trans ingresar en los módulos femeninos sin necesidad de una cirugía de reasignación de sexo.

Para conseguir que el Gobierno aprobase la Ley de Identidad de Género, tuvo que luchar hasta el punto de amenazar con una huelga de hambre. Tras mucha insistencia y múltiples reuniones, la medida se aprobó en 2007, tres años después de que el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero ganara las elecciones. Una vez aprobada, fue la primera transexual de la Comunidad de Madrid que solicitó documentos oficiales donde figurase su verdadera identidad.

Desde entonces y hasta la actualidad, Carla Antonelli ha sido una reconocida activista de los derechos LGTBIQ+. Salió elegida en 2011 como  diputada de la Asamblea de Madrid por el PSOE, y se convirtió en la primera mujer trans con un cargo político en nuestro país.

ElPlural.com se ha puesto en contacto con la propia Antonelli para comentar la amenaza a los derechos del colectivo que supone el auge de las ideologías de extrema derecha. “Indudablemente el auge de la extrema derecha fomenta, reaviva y hace renacer discursos de odio” asegura.

En su cuenta de Twitter ella misma explica “la paradoja” que supone vivir, en un mismo día, los comentarios despectivos por la calle, pero también el ser sorprendida “por una madre de una niña trans que se acercó a saludarme y darme dos besos”. Esta contradicción, según Carla Antonelli “está a la orden del día”, y, considera, es el reflejo fidedigno de una realidad a la que “le queda mucho por andar”.

“Desgraciadamente la visibilidad tiene ese precio” dictamina. Y es que para una persona LGTBIQ+, el simple hecho de manifestarse libremente e ir por la calle visibilizando quien realmente es, le convierte en objetivo. “La visibilidad se puede convertir en una trampa perversa y mortal, ya que si eres visible eres más susceptible a sufrir agresiones”, detaca. Sin embargo, para Antonelli, esta no debe ser una excusa para esconderse. “Eso es lo que quieren, arrinconarte y meterte de nuevo dentro de los armarios”, insiste, a lo que añade que “obviamente no hemos llegado hasta aquí para escondernos debajo de las piedras, por mucho que lo pretendan”.

Para la diputada del PSOE, ahora, más que nunca, es necesaria una ley y un gobierno que ampare los derechos de las minorías, y que la llegada de una ideología de extrema derecha no suponga ni un paso atrás en lo que se ha conseguido. “Es innegable que estamos en un momento en el que vamos a pelear con uñas y dientes. No vamos a permitir dejar escapar ningún derecho conseguido. Que nadie regaló absolutamente nada y que costó muchísimo conseguirlos” declara.

Promete que desde su partido van a seguir trabajando por una “plena igualdad real” reflejada en las legislaciones: desde la Ley de Igualdad LGTBIQ+, la reforma de la Ley de 2007 para que los menores también puedan acceder al DNI desde la despatologización y desde la propia determinación; hasta la prohibición de forma penal de las terapias “reparativas” de la homosexualidad o la transexualidad “porque evidentemente ni la homosexualidad ni la transexualidad es ninguna enfermedad y por lo tanto no hay nada que curar” ratifica Antonelli.

La religión que estigmatiza

En relación al escándalo que rodea al obispo de Alcalá, debido a que se han destapado las terapias de “reconversión” que ofrece, la diputada socialista se posiciona: “El obispo de Alcalá es un sucedáneo”.  Culpa directamente a la Conferencia Episcopal de reincidir una y otra vez “en que somos raros, en que hay que llevarnos a terapia”. Tacha los discursos de la Iglesia de “trasnochados y completamente de otro siglo” que se basan en “criterios únicos y fascistas en su pura esencia” pues se basan en compartir lo que es igual a uno mismo, pero no respetar las diferencias de los demás “con los que tienes que convivir día a día quieras o no quieras”. Para Carla Antonelli la religión judeocristiana lo convirtió todo en “pecaminoso, perseguido y estigmatizado” en un mundo donde previamente ya existía "el tercer género".

PP, Ciudadanos y Vox

Como ya se ha podido leer en los programas electorales de los tres partidos que conforman la derecha en España, PP, Ciudadanos y Vox, ninguno garantiza todos los derechos del colectivo “es más, peligran absolutamente” añade la diputada del PSOE, “hay un auge de formaciones políticas intrínsecamente LGTBIfóbicas” sentencia.

“La historia es la que es, aunque algunos pretendan reescribirla” condena. Y es que “le pese a quien le pese” el PSOE fue el partido que adhirió los derechos civiles en España. Recuerda con cariño a su compañero socialista Pedro Zerolo, quien también luchó desde el partido para conseguir derechos como la adopción para parejas homosexuales, y que falleció en 2015.

La mayoría tolerante tiene que votar

Para dejar un mensaje optimista, Antonelli asegura que “existe una mayoría progresista en este país, afortunadamente” y anima a votar a todas y todos en las elecciones del 28 de abril y del 26 de mayo, “de esta forma se podrá dejar atrás las ultraderechas”.