La reforma de la ley electoral se ha convertido en una prioridad en este nuevo curso político para las dos formaciones que rompieron con la dinámica del bipartidismo. Ciudadanos y Podemos iniciaron contactos para enarbolar una nueva Ley Electoral, pero se ha encontrado con un muro que, de momento, no muestra fisura alguna: Partido Popular y PSOE se oponen de plano. Las reuniones se suceden, las propuestas también, pero, ¿qué opciones reales tiene de salir adelante? ¿Qué se propone? ¿Quién está a favor y quién en contra?

Los cortejos de Ciudadanos y Podemos

Dos polos opuestos condenados a no entenderse, Ciudadanos y Podemos, han aparcado sus diferencias económicas y sociales para hacer causa común y reformar la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General). A principios de febrero, Rivera telefoneó a Iglesias para concertar una reunión. El encuentro se produjo el 8 de febrero y fue comandado por los portavoces parlamentarios de ambas formaciones, Juan Carlos Girauta e Irene Montero, de Ciudadanos y Podemos respectivamente. Su reunión fue fructífera, una sintonía con la que esperaban atraer al PSOE. Sin embargo, los socialistas no recogieron el guante.

El miércoles 14 de febrero de 2018 se reunieron en el Congreso de los diputados representantes del PSOE y de Ciudadanos. Pero el encuentro no fue nada fértil. Tras la cita, la portavoz parlamentaria socialista, Margarita Robles, subrayó que el “punto de partida no es la calculadora” y que lo primero eran “las personas y no los partidos”, sentenciando con una clara invitación que evidenció el desencanto: que lleven su propuesta a “la subcomisión específica para reformar la LOREG”. José Manuel Villegas, por su parte, aseguró sentirse sorprendido porque el PSOE les trasladó que su iniciativa no era una prioridad para los socialistas.

Los naranjas no consiguieron seducir al PSOE y, en busca de otros apoyos, cortejó al Partido Popular, con idéntico resultado. Inmersos en plena pugna por la derecha del tablero político, en la reunión ni se debatieron propuestas sobre la reforma. Durante las comparecencias posteriores, tanto Juan Carlos Girauta como Fernando Martínez-Maíllo expusieron argumentos que pivotaban en torno a los Presupuestos Generales del Estado. Los naranjas los condicionan al cese de la senadora del PP Pilar Barreiro, imputada por Púnica.

Los de Albert Rivera reprocharon a los de Mariano Rajoy el incumplimiento sistemático del acuerdo de investidura, no solo en lo relativo a los puntos de regeneración democrática, sino también en cuanto a la reforma electoral. Impulsar una ley más proporcional es el punto 97 del pacto, pero de ese apartado, el PP tan solo quiere oír hablar de la elección directa del alcalde.

En suma, el bipartidismo se opone de plano a la propuesta que plantean Ciudadanos y Podemos. En consecuencia, la iniciativa no se materializará, ya que al tratarse de una ley orgánica se requiere mayoría absoluta, tal y como recoge la Constitución española. En otras palabras, o los naranjas y los morados consiguen atraer bien a PSOE o bien a PP, o su intento será en vano.

El método Sainte Laguë

Podemos y Ciudadanos profundizan en el método Sainte Laguë como recambio de la vigente Ley D’Hont. ¿Qué implica cada uno? ¿Qué diferencias y similitudes tienen?

La Ley D’Hont se trata de un sistema electoral de cálculo proporcional mediante un método de promedio mayor. Se basa en la división del número de votos emitidos para cada partido entre el número de cargos electos con el que cuenta cada circunscripción. Además, se establece una barrera para obtener representación: hay que lograr un mínimo del 3% del total de los votos.

Los escaños se reparten entre los cocientes más altos.

Veamos un ejemplo práctico (cinco escaños a repartir entre cuatro partidos. El número de votos es ficticio):

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Tal y como se observa, el primer escaño iría para el PP por su cociente de 5.000, el segundo para el PSOE por su cociente de 4.000, el tercero para Podemos, el cuarto para PP y el quinto para PSOE.

El método Sainte Laguë (también conocido como método Webster o método del divisor con redondeo estándar) es un método de promedio mayor para asignar escaños en sistemas de representación proporcional por listas electorales. Los métodos de promedio mayor se caracterizan por dividir a través de distintos divisores los totales de los votos obtenidos por los distintos partidos, produciéndose secuencias de cocientes decrecientes para cada partido y asignándose los escaños a los promedios más altos. Lleva el nombre del matemático francés André Sainte-Laguë (1882-1950).

La principal diferencia es que la división, en lugar de hacer sobre divisores consecutivos (1, 2, 3, 4, 5…), se hace sobre divisores no contiguos (1, 3, 5, 7…). ¿La razón? Que se divide el número de votos entre el producto resultante de la siguiente ecuación: V/2s+1.

V es el número de votos de cada partido, y s es el número de escaños que ya se tiene (se arranca con s en valor 0).

Veamos un ejemplo práctico y observemos las diferencias (se reparten, al igual que en el ejemplo anterior, cinco escaños y el número de votos es el mismo):

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En este caso, al tratarse de valores (votos) muy pequeños, el resultado no varía. Sin embargo, si se manejan cifras más altas, el resultado es sustantivamente diferente. De hecho, según la Ley D'Hont, si en nuestro caso hubiera un sexto escaño, sería para Podemos, mientras que con el sistema Sainte Laguë recaería en Ciudadanos.

El método Sainte Laguë es más proporcional, motivo por el cual, es el sistema que tratan Ciudadanos y Podemos. Y es que, ambos partidos critican la falta de proporcionalidad de la Ley D’Hont, ya que perjudica a los partidos nacionales con voto disperso, premia a los nacionalistas (voto muy concentrado) y provoca que un escaño sea más caro o que un el voto de los ciudadanos valga diferente en función del punto geográfico.

El Método Sainte Laguë paliaría estas diferencias. Es el sistema que utilizan en países como Alemania, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, Dinamarca, Bosnia Herzegovina, Letonia, Kosovo, en los estados alemanes de Hamburgo y Bremen, y en Ecuador para elecciones legislativas.