El juez instructor se desplazará a Madrid para interrogar a González Pons en calidad de testigo. Su declaración es vital para Francisco Camps porque a partir de ella se decidirá si se imputa al expresidente valenciano por los pagos irregulares al duque de Palma. A pesar de que el proyecto de los Juegos Europeos no llegó a realizarse, el yerno del Rey cobró 382.000 euros después de que la Generalitat aprobara un contrato de cinco millones de euros, que le adjudicó a dedo.

Pons presidió una empresa creada a la carrera
El acuerdo alcanzado entre Nóos y la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunidad Valenciana, que presidió González Pons establecía como “objeto principal” el «fomento de las actuaciones que contribuyan a conocer las posibilidades de la Comunidad Valenciana como sede de los Juegos Europeos, a la presentación del proyecto ante las instituciones correspondientes y, si llega el caso, a solicitar los apoyos que pudieran ser necesarios”.

González Pons, entonces conseller de Presidencia de Camps firmó el acuerdo con Urdangarin en representación de la mencionada entidad, constituida sólo 11 días antes. Pero el actual vicesecretario de Programas del PP, en declaraciones al diario El Mundo en noviembre pasado, después de que se destapara su papel en este contrato con Urdangarin, intentó sacudirse cualquier indicio de responsabilidad al afirmar que se limitó a cumplir una orden de Camps y que el pago de los 382.000 euros la firmó y ejecutó el exvicepresidente Víctor Campos. “Fui un tercero que actuó de buena fe”, se defendió Pons.

Urdangarin justificó su cobro con facturas de Baleares
Urdangarin justificó ante la Generalitat tanto los 382.000 euros que cobró como más de tres millones recibidos por los foros Valencia Summit, con justificantes de los congresos sobre Turismo y Deporte (Illes Forum) de servicios prestados al Govern balear.

Un "tercero" también en los negocios con la Gürtel
El exportavoz de Rajoy no solo fue “un tercero” en la adjudicación a dedo a Urdangarin. También estuvo en el meollo de la contratación por la Generalitat de la trama Gürtel para la cobertura de la visita del Papa en 2006, en calidad de conseller de Presidencia.

Pons se encargó de plantarse ante el Gobierno central para que no interviniera en nada relacionado con la visita del Papa, salvo temas de Seguridad. Como se vio después, la trama Gürtel jugó un papel determinante, al intermediar en un contrato de 7,4 millones de euros que le reportó millonarias comisiones.