El Gobierno ultima los detalles del decreto anticrisis que aprobará este sábado 25 de junio con algunas novedades con respecto al anterior Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas derivadas de la guerra de Ucrania. Un ambicioso paquete que, a falta de conocer la profundidad y alcance del mismo, situará el gasto dedicado por Moncloa a paliar los efectos de la crisis en torno los 10.000 millones de euros. El presidente, Pedro Sánchez, anunció este miércoles que volverá a bajar el IVA de la electricidad, del 10% al 5%; y se espera que se concrete en los próximos días una suerte de cheque de ayudas directas a las familias, iniciativa que fue avanzada por Yolanda Díaz y que se sumará a otras ya implementadas como la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina, la subida del 15% del Ingreso Mínimo Vital y el tope de la subida a los alquileres.

El líder del Ejecutivo anunció durante la sesión de control de este miércoles que el decreto que rubricará el Consejo de Ministros incluía la rebaja del IVA en el precio de la luz. Será la segunda rebaja en un año, pues en junio del 2021 pasó del 21% al 10% y, ahora, se situará en el 5%, colocando a España en el país con el tipo más bajo de Europa junto a Malta. Esta medida fue incluida por Alberto Núñez Feijóo en el plan económico que envió a Sánchez, por lo que los socialistas esperan que el guiño sirva para obtener su apoyo.

Moncloa también valora una suerte de cheque con ayudas directas para las familias. Los detalles aún no están concretados, pero la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, avanzó el pasado lunes en su cuenta de Twitter que “para reforzar la protección de la ciudadanía, apostamos por un cheque de 300 euros para las personas más golpeadas por la crisis”. Conscientes de que no es sino un parche temporal y no una medida que contenga la inflación -cuya media anual podría superar el 7%-, el Gobierno de coalición aún estudia la cuantía y si sus receptores serán personas o unidades familiares.

Díaz también deslizó que se valoraría reducir un 50% el abono transporte y un impuesto para las grandes empresas energéticas. Esta última arista ha generado profundas tensiones entre Unidas Podemos y PSOE. Los morados apuestan por la vía legislativa, esto es, incluir el impuesto en el decreto; mientras que los socialistas insisten en que deberá trabajarse en los Presupuestos Generales del Estado, aún en pañales.

El montante total de todas estas medidas alcanzaría los 10.000 millones de euros: 6.000 de las rebajas en el impuesto de la luz, por 3.000 del descuento de los carburantes y a razón de unos 1.200 millones en caso de aplicarse finalmente el cheque de 300 euros. Todo ello, sumado a las ayudas sectoriales específicas para agricultura, pesca y la industria electrointensiva.

El último Plan de choque lo salvó EH Bildu in extremis. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se enrocó en el ‘no’ en plena polémica por el caso Pegasus. Aún no han comunicado cuál será su voto, pues esperan conocer el decreto en su totalidad en los próximos días. Sin embargo, según fuentes consultadas por ElPlural.com, los independentistas ven con buenos ojos algunas de las medidas incluidas y abogan por perpetuarlas en el tiempo, no así otras como la del cheque de 300 euros. El propio Gabriel Rufián explicó que “puede tener réditos electorales en lo inmediato”, pero “no crea nada” y “mucho menos crea futuro”. Moncloa pretende recalar el apoyo de su bancada no solo con las medidas sociales del decreto, sino también con la reactivación de la mesa de diálogo y la ponencia de la ley de Memoria Histórica.