La invasión de Ucrania por parte de Rusia no solo está convulsionando los cimientos de toda la política europea y mundial, también la española. Concretamente entre la izquierda y la coalición de Gobierno, que ha mostrado en las últimas semanas distintas sensibilidades con respecto a cómo abordar la agresión rusa.

Aunque, sin lugar a dudas, todos se han mostrado categóricamente en contra de la invasión y a favor del diálogo, el apoyo a Ucrania a través del envío de armas -tal y como ha impulsado la UE- ha abierto un nuevo cisma entre Unidas Podemos y el PSOE, y dentro de la propia formación morada.

Si ya en los últimos días la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, se ha desmarcado de la posición de su grupo político sobre no enviar directamente armas a Ucrania, en esta ocasión Alberto Garzón ha dado un paso más.

Garzón avisa del ''acusado retroceso'' de Podemos

El ministro de Consumo y coordinador de IU ha advertido a la formación morada de las consecuencias que puede tener la discrepancia sobre las armas para la propia organización. Y es que Garzón ha avisado del riesgo de un adelanto electoral y de los malos resultados que pueden conseguir si Díaz no lidera para entonces la candidatura.

Estas palabras se han publicado este domingo en un artículo en la revista digital laU, firmado por el consejo de redacción de la que forma parte Garzón. En él, este medio ha hecho una reflexión sobre las tesis del conflicto, su origen y el papel del Ejecutivo español en la solución del conflicto.

En este texto, la revista -que está vinculada estrechamente a IU- marca el inicio de las discrepancias cuando, el pasado 1 de marzo, el Parlamento Europeo votó si ayudar a Ucrania con armas. Podemos y los comunes votaron a favor mientras la formación de Garzón se abstuvo. Una división que -dicen- “incluso afectó a delegaciones que, como Die Linke y AKEL, tuvieron diputados que votaron de forma diferenciada entre sí”.

Sin embargo, aseguran que el riesgo de ruptura aumentó cuando Pedro Sánchez autorizó finalmente el envío de material militar hacia el país. Un cambio que -a su juicio- ''probablemente obedeció a cálculos electorales, medidos en medio del fervor militarista del momento''.

Aunque señalan que es ''es claramente ilegítimo vender esa posición de apoyo al envío de armas como una cuestión útil o eficaz”, ''plantear el rechazo a dicho envío con argumentos tales como que es la única posición pacifista (y que por lo tanto la paz es un resultado que se logra sólo debido a los esfuerzos en la deliberación racional) es igualmente ilegítimo”, señala.

El papel de Yolanda Díaz

Para finalizar, el consejo de redacción ligado a IU avanza que -en un hipotético escenario de un adelanto electoral debido a una crisis en el Gobierno- la formación que lidera Ione Belarra sufriría un ''acusado retroceso'' si la también ministra de Trabajo no se pone al frente.

También advierten de que si todas estas tensiones “reducen el margen de intervención” de Díaz como líder, esta podría no querer presentarse como candidata. “En ese escenario de elecciones sin Yolanda Díaz como candidata, lo más probable sería un acusado retroceso de Podemos que llevaría al espacio a un punto de no retorno, tanto a nivel político como a nivel organizativo”, avisan en el texto. 

“Por esa razón, la izquierda no debería mirar sólo, ni principalmente, por los intereses propios del espacio político, mucho menos por los intereses corporativos de las fuerzas que lo conforman, sino por los intereses de la clase trabajadora y los sectores populares de nuestro país”. Así finaliza el artículo, en unas últimas palabras que parecen dirigir a las altas esferas de la formación morada