Contundente y muy duro se ha mostrado contra Vladimir Putin el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este domingo, durante su intervención en la reunión extraordinaria del Comité Federal del PSOE. El jefe del Ejecutivo ha advertido de que "vienen tiempos duros" por la guerra, pero ha defendido el papel de Europa frente a la misma. "No ha faltado diplomacia, lo que ha sobrado es agresión", ha precisado, dejando claro que "sabemos distinguir quién es el agresor y el agredido". 

En clara alusión a las últimas declaraciones de algunas integrantes de Unidas Podemos como Ione Belarra o Irene Montero, pero sin citar a la formación morada, Sánchez ha recordado que hace once días que el líder ruso invadió Ucrania de manera "injusta e injustificada" y ha tachado la acción de "agresión salvaje", subrayando la actitud cínica de Putin, que preparaba la invasión mientras la comunidad internacional se volcaba en la diplomacia. "Cuando las guerras no se pueden evitar, hay que estar del lado de las víctimas", ha añadido. 

En este sentido ha alertado de que no se sabe cuándo durará el conflicto, pero que será largo y será necesario explicar que tendrá consecuencias. Será una lucha entre "democracia y un régimen autoritario", ha defendido, indicando que lo que molestaba a Putin de Ucrania era que a sus ojos es "demasiado democrática". 

Alternativas energéticas 

Entre los principales desafíos que se presentan fruto del conflicto, ha indicado el líder de los socialistas, está la dependencia energética de Rusia, por lo que ha destacado la necesidad de que "nuestras empresas no se conviertan en rehenes del chantaje de Putin". El presidente del Gobierno ha precisado que hay que apostar por "Más Europa", al igual que se hizo para hacer frente a la pandemia, "diversificar las fuentes de suministro" y apostar por las energías renovables. 

La amenaza de la ultraderecha 

Durante su intervención Sánchez se ha referido en dos ocasiones a la ultraderecha, indicando que, en lo que respecta a los refugiados, que "ya empiezan a bajar el hombro" y adviritiendo de su peligrosidad. Por ello ha insistido en la necesidad de que la derecha española "deje de coquetear" con Vox y de frenar su acceso a las instituciones, comenzando por Castilla y León. 

Fin de las mascarillas 

El presidente del Gobierno ha hecho referencia también a la pandemia, dejando claro que "hemos aprendido a convivir con el virus" y que ahora, poco a poco, "recuperaremos la normalidad".  En este contexto ha avanzado ya que muy pronto se eliminará la obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores.