El tradicional discurso de Navidad que ofrece cada año Felipe VI no solo tiene una lectura política. Más allá de su mensaje en el que ha expresado su preocupación por la división, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones en España, la puesta en escena del momento siempre deja una cara B.

Durante los doce minutos y venticinco segundos - once minutos y treinta y ocho segundos si contamos solo el texo - Felipe VI ha pronunciado un total de 1.446 palabras en el set habitual del Salón de Audiencias del Palacio de La Zarzuela. Además, este año el monarca ha lucido un traje azul marino, camisa celeste y corbata granate con rayas cruzadas. Como también es habitual, en la despedida del mensaje, ha usado las diferentes lenguas cooficiales.

Además, la puesta en escena siempre guarda relación con las actividades de la Familia Real durante el año. De esta forma, hemos podido ver en el eje central las banderas de España y de la Unión Europea mientras que a la derecha del rey (a la izquierda de la imagen) se ha podido ver una foto de familia de la cena ofrecida por los reyes a las delegaciones de jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre de la OTAN y un árbol de Navidad.

A la izquierda del rey ( aderecha de la imagen) se ha podido ver un misterio con el nacimiento del Niño Jesús, la Virgen María y San José, de la colección privada. En el fondo, en las paredes han estado colgados dos cuadros habituales en la Sala de Audiencias de la Colección de Patrimonio Nacional de temática mitológica.

Tras acabar el discurso, y mientras sonaba el Himno Nacional, se han podido ver una sucesión de imágenes de las actividades que ha realizado la Familia Real durante este 2022 como el viaje de cooperación a Mauritania de la reina Letizia o a la princesa de Asturias y la infanta Sofía en el encuentro de las Selecciones Femeninas de Fútbol de España y Dinamarca de la Eurocopa en Londres.