Ganará 6.000 euros al mes en 15 pagas, o sea, 90.000 euros anuales. Su sueldo como presidente de Castellón es de 84.000 euros. La Cámara de Comercio no es una entidad privada, sino que se define como una corporación de derecho público con financiación público-privada, que depende orgánicamente de la Conselleria de Industria.

Manejará subvenciones y contratos millonarios
Fabra mantendrá también su puesto de presidente de la empresa pública que gestiona el Aeropuerto de Castelló (AEROCAS), que está participada por la Generalitat y la Diputación. Aquí no recibirá ni sueldo ni dietas, pero manejará subvenciones públicas, contratos millonarios y, por supuesto, influencias.

El aeropuerto fantasma
El dirigente popular quiere seguir gestionando el por ahora aeropuerto fantasma, que ha levantado gran polémica y críticas por parte de sectores de la sociedad castellonense y de la oposición política. Fue inaugurado a toda prisa como un ejercicio de autobombo por él mismo y por el presidente valenciano, Francisco Camps, sin contar con aviones ni siquiera con los permisos de aviación, pero con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 22 de mayo.

En la Cámara de Comercio
Como secretario general de la Cámara de Comercio, un puesto que conserva en excedencia desde 1992, será el director de todos los servicios de esta institución, dará fe en los plenos y comités, se encargará de la promoción exterior, y de la jefatura de personal.

Imputado por presunto delito fiscal, coecho y tráfico de influencias
Seguirá manteniendo poder y prestigio, a pesar de seguir imputado por presunto tráfico de influencias, cohecho y delito fiscal. En diciembre de 2010, la Audiencia de Castellón declaró prescritos otros cuatro de los delitos fiscales que se le atribuían.

Al frente del PP de Castellón
Acostumbrado a conservar grandes dosis de poder, Carlos Fabra no ha querido renunciar tampoco a la presidencia del PP de Castellón. Lo anunció a finales de abril en un almuerzo de trabajo con diputados de su partido, entre los que causó gran sorpresa, según describió el diario Levante, que citó fuentes populares que aseguraron que su decisión no contaba con el beneplácito de Camps.