Las victorias no se celebran hasta que el árbitro entona le pitido final. El PSOE se ha saltado esta ley no escrita y ya ha extraído sus conclusiones del Debate sobre el Estado de la Nación a pesar de que queda lo que resta de miércoles y toda la jornada del jueves. Los socialistas consideran que ha sido un éxito absoluto, que Pedro Sánchez ha recuperado la batuta y dirige ahora el compás gracias a un cambio de guión con un tono menos triunfalista, con buenas dosis de realidad y nuevas propuestas que han pillado a contrapié a una oposición que ha pasado sin pena ni gloria por el Debate y unos socios que se han plegado al paquete de medidas contra la inflación esbozado por el presidente.

Fuentes del Grupo Parlamentario Socialista consultadas por el ElPlural.com se muestran exultantes por el golpe de efecto que ha propinado Sánchez a la legislatura y que esperan que tenga su impacto en las encuestas y logre revertir la tendencia al alza de Alberto Núñez Feijóo.

“Ha ganado claramente el Debate y sale reforzado”, aseguran en privado los socialistas. Tienen a Sánchez como un gran orador que da la talla en los cuerpo a cuerpo, pero cuando se se crece realmente es en los debates reposados. Creen que fue un acierto modular el tono, cambiando el habitual triunfalismo al que recurría para justipreciar la acción del Gobierno de coalición por la aceptación la manifiestamente mejorable coyuntura. Sánchez admitió que la inflación era el rival a batir y, para ello, anunció un paquete de medidas que complementarán a las ya implementadas en el decreto anticrisis. Impuestos a las grandes energéticas y a las entidades bancarias; bonificaciones al transporte de Cercanías, Rodalies y media distancia de Renfe; un plus de 100 euros a estudiantes becados; y el desbloqueo de 12.000 nuevas viviendas en Madrid de las cuales un 60% serán públicas. En definitiva, un ambicioso paquete que seduce a morados y sienta los mimbres una nueva etapa -o “nuevo rumbo”, como han atinado a decir dirigentes de Unidas Podemos-.

La arenga de Sánchez en el Debate sobre el Estado de la Nación surtió efecto

La frase más repetida entre los diputados del PSOE fue “lo necesitábamos”. La arenga de Sánchez en forma de anuncios sobre justicia fiscal disparó los ánimos de su bancada. El "vamos a por todas" surtió efecto. Varios parlamentarios destacan también que las propuestas podrán ser utilizadas para hacer campaña en sus territorios.

Creen que Sánchez atinó con los impuestos a las grandes energéticas y las entidades bancarias porque marcó el paso, dominando la agenda mediática y política. Copó todos y cada uno de los titulares de prensa, y las radios y las televisiones le dedicaron horas. Por si esto fuera poco, pilló con el pie cambiado al Partido Popular, que abrazó el silencio como respuesta. Literalmente.

La economía: eje vertebrador de la oposición

Feijóo no pudo tomar la palabra para dar la réplica porque no es diputado. Se mantuvo en el sillón con cara de circunstancia. Era su primer día y Sánchez se lo chafó, lo que terminó de descolocarle.

A la bancada socialista le sorprendió que la secretaria general del PP y portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, dedicara el grueso de su intervención a hablar de ETA, EH Bildu y de la Memoria Histórica. De los 30 minutos de los que disponía en su primera intervención, la mitad se le fue en denunciar los pactos de Moncloa con la izquierda abertzale. La economía, eje vertebrador de la oposición esbozada por Feijóo, para el final.

Minuto de silencio por Miguel Ángel Blanco

Su número dos se animó a pedir un minuto de silencio por el 25º aniversario del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco y en recuerdo de todas las víctimas de ETA. A pesar de que pretendía utilizarlo para cargar contra el Gobierno y EH Bildu, toda la bancada socialista, el Ejecutivo y el independentismo vasco se han puesto en pie. Sin excepción. Y para más inri, la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, la abroncó y la emplazó a, en futuras ocasiones, respetar los procedimientos y protocolos de ordenación del debate y proponer acciones semejantes en la Mesa, no motu propio en tribuna de oradores.

Un silencio solemne de 60 segundos de duración que se prolongó con un formato más abstracto. El PP no manifestó opinión alguna sobre los dos nuevos impuestos. No fue hasta que el propio Sánchez se lo reprochara cuando Gamarra se pronunció. La dirigente popular se limitó a ironizar con que se esperará a conocerlas en profundidad ya que “tengo la sensación de que ni tan siquiera todos los miembros de su Consejo de Ministros conocen los detalles”.

La falta de reacción del PP supuso un importante punto en el casillero del PSOE. La victoria definitiva se la dieron sus socios de Ejecutivo. Unidas Podemos no fue especialmente hiriente. Pudieron haberlo sido, pero no volaron tantos dardos envenenados como cabría esperarse tras meses acumulando desencuentros. Hay voces que opinan que las críticas fueron neutralizadas por los anuncios fiscales. Los morados los celebraron e instaron al presidente a profundizar en la agenda social. La sangre no llegó al río.