Ciudadanos es un partido en descomposición que busca una refundación necesaria para regresar a la primera línea. En la formación naranja es evidente que cohabitaban dos almas, una más cercana a Albert Rivera y otras más moderada comandada por los afines a Inés Arrimadas. La división es tal que se lanzan pullas notables a través de las redes sociales.
Fue el exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto quien prendió la mecha de la polémica con unas declaraciones fuera de lugar sobre la ministra de Trabajo y vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz. La futura candidata morada a la presidencia informó de que estaba enferma y no podría cumplir con su agenda: “Este miércoles tenía una intensa jornada de trabajo que el médico me ha prescrito cancelar por motivos de salud. Hay días en los que nuestro cuerpo nos exige parar y que nos cuidemos para poder seguir. Espero recuperarme pronto con toda la fuerza”.
De quinto, conocido no precisamente por ser bondadoso, trató de hacer sangre con un comentario que la comunidad tuitera no tardó en reprocharle: “Es que, cuando no se tiene costumbre, uno no puede ponerse a trabajar así, a las bravas, sin precalentar... porque luego vienen las lesiones. Mejórate, Yolanda”.
Comentario rastrero donde los haya. Tal es así, que hasta otro exdiputado de Ciudadanos, Francisco de la Torre, no pudo evitar responderle con cierta ironía: "¿Os habría gustado tenerlo como jefe?”.
