El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dado la cara en esta campaña electoral como cuesta recordar en la historia democrática de nuestro país. Él mismo lo dijo, cogió “la mochila” y fue “a televisiones, emisoras de radio y plazas” para defender “la verdad” y a un presidente “limpio y honesto que ha trabajado en una situación tan difícil como la pandemia”.

El pasado viernes, el que fuera líder del Ejecutivo cerraba la campaña en Sevilla después de haber abarrotado mítines en A Coruña, León, Gijón o Cádiz, entre otros puntos del territorio nacional. Después de haber abordado todos los temas de actualidad que han ido saliendo y de ser capaz de responder tanto con palabras como con hechos a las constantes críticas sin fundamento que la derecha ha intentado verter resucitando a ETA e incluso alimentando bulos en torno al voto por Correo, finalmente el discurso parece haber surtido su efecto, pues aunque el PP ha ganado las elecciones, no logrará gobernar por el momento al no darle las cifras con Vox.

Fue bajo mi gobierno cuando terminó ETA. Lo vuelvo a reafirmar. Y nada podrá cambiar la historia de España (…) Como lo es la Memoria Histórica que quieren derogar”, decía sobre lo primero. “Hay elecciones limpias en España desde 1977, ejemplares en el mundo, porque este es un país limpio. Los ciudadanos son limpios, saben cuáles son sus obligaciones, responsabilidades y deberes. Manchar el proceso electoral es un daño a la democracia”, acentuaba sobre lo segundo desde León, por señalar uno de los lugar andados.

El primer día del fin de semana, previo a la jornada de reflexión, Zapatero lo tenía claro. “No es por un compañero, es por España, para que se respete la democracia porque parece que el PP solo respeta al Gobierno cuando están ellos. Cuando no están lo que hacen es cuestionarlo, como hicieron conmigo en 2004 y 2008”, recordaba viajando al momento en el que él estaba en el puesto de Sánchez.

“Hay que saber aceptar una derrota (…) No ensuciar ni la democracia ni las instituciones, porque nos costó mucho tenerlas en España”, remarcó en el recinto El Abrazo de la Rinconada en un acto junto al líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, y la ministra de Hacienda y Función Pública y cabeza de lista al Congreso por Sevilla, María Jesús Montero, entre otros socialistas.

Un Zapatero “orgulloso”,  una gran herramienta del PSOE

El expresidente del Gobierno se mostró “orgulloso de haber salido a defender el liderazgo del presidente del Gobierno en el mundo frente a la nada que tiene al PP” y de haber apostado siempre por la política social “más avanzada y justa de la democracia”.

Con una férrea confianza de la que ha hecho gala durante toda la campaña en Sánchez, Zapatero ensalzaba el “coraje socialista” de un presidente que ha contenido en las urnas el pacto PP-Vox que después del pasado 28M se cerraba en puntos como la Comunidad Valenciana o en Extremadura, a pesar de que la candidata María Guardiola sentenciara que no iba a pactar con la ultraderecha. Cabe destacar lo ocurrido en este territorio porque si en algo ha insistido Feijóo ha sido en respetar la lista más votada. Finalmente parece que sus palabras tendrán que ir más allá del mensaje para justificar que su formación se ha desinflado, pues solo de esa manera un candidato que iba con todo sería capaz de llegar a La Moncloa después de los resultados de este domingo.

El proyecto del gallego, asegura el que fuera líder socialista, solo fue “subirse al Falcon”, ya que es lo único que puso sobre la mesa -hasta el punto de que desde su partido hicieron una propaganda criticando que el presidente del Gobierno utilizara el avión privado- y en un alegato nuevamente a favor de los avances feministas y del colectivo LGTBI enfatizando en cuestiones como la “reforma laboral” que demuestra la “centralidad” de este equipo de Gobierno.

A partir de aquí, con cierto tono de sorna y muchas verdades, Zapatero se ha referido durante varias semanas a otras cuestiones como las críticas de los ‘populares’ en Bruselas aunque desde la Comisión dieran su pleno veredicto a España o la relación de Feijóo con el “contrabandista” -en palabras del candidato del PP- Marcial Dorado en la década de los 90. “Ahora no hay excusa porque ya hay internet. Antes no se enteraban porque no había internet. Esta mañana ha dicho que cuando viajaba con él no era narcotraficante, sino contrabandista”, apuntaba en tono jocoso.