El sábado 9 de marzo, mientras toda España se recuperaba de la resaca feminista del 8 de marzo, Pablo Casado anunciaba que, si llega a La Moncloa, haría una “Ley de Apoyo a la Maternidad” para fomentar la “cultura de la vida”. Algo que “no es sólo ayudar a la maternidad” sino “apostar por las personas con discapacidad” y que retrató con una audiencia que dejó perpleja a su audiencia: “Yo ayer estuve en un restaurante administrado por personas con graves discapacidades mentales y yo les decía: sois unos campeones, como los de la película”.
El comentario, pese a la pausa de Casado ante su audiencia, no consiguió arrancar el aplauso que parecía esperar con su mención a la película de Javier Fesser y que se llevó el Goya a la Mejor Película.
De hecho, Casado tuvo que abundar sobre los actores como Jesús Vidal, Goya al Actor Revelación, para conseguir que su público le alabase la ocurrencia. “Hay que visibilizar la discapacidad, porque lo que no ves parece que es una excepción. Si todos nos emocionamos viendo esa película, si todos en los Goya nos dejamos las manos aplaudiendo a sus actores por el ejemplo de superación, ¿por qué no visibilizamos que tienen que tener la oportunidad de vivir, de ser autónomos y de tener apoyos de toda la sociedad?”.
“Los que nacen con discapacidad, o los que por algún accidente o alguna enfermedad neuronal -el término correcto sería enfermedad neurológica- acaban teniéndola, eso es cultura de la vida, visibilizarles, ayudarles, a ellos y sus familias. ¿Eso es retrógrado? No, eso es progresista, eso es social”, señalaba Casado.
