La magistrada del Juzgado de lo Social número 36 de Madrid, Patricia del Valle, ha declarado nulo el despido de Miguel Vila, quien fuera diputado de Unidas Podemos. La sentencia obliga a la formación morada a readmitir a su trabajador al admitir el argumento de Vilá de que fue “represaliado” por no ser de la cuerda de Pablo Iglesias.
La formación morada tendrá que reincorporar a Vilá tras su despido porque la magistrada considera que fue una “reacción ilícita frente a la afinidad política”. Por lo tanto, la decisión que tomó Podemos violaba los artículos 12 y 14 de la Constitución Española.
El diputado ejerció, desde 2014, como técnico de imagen y sonido del partido morado y resultó elegido congresista en el año 2015 por la circunscripción de Burgos y medio año después en la repetición electoral.
Como consecuencia de la disolución de las Cortes el 5 de marzo de 2016, Vila quedó fuera de la Diputación Permanente del Congreso y solicitó la indemnización por transición a la que tienen derecho los parlamentarios hasta la celebración de nuevos comicios en junio de este mismo año.
Vila no concurrió el pasado 28 de abril a las elecciones y reclamó la indemnización por cese de actividad parlamentaria. También solicitó a su partido el reingreso a su antiguo puesto de trabajo. Sin embargo, el exdiputado morado se encontró con la negativa de su propia formación.
La argumentación de Unidas Podemos se basó en la ausencia de constancia de que en solicitara una excedencia forzosa al ser elegido diputado. El partido entendió que se trataba de una baja voluntaria como empleado.
Así las cosas, Unidas Podemos alegó que Vila cesó como diputado el 5 de marzo y no pidió el reingreso hasta el 26 de abril. Por tanto, según el partido de Iglesias, se excedió el mes establecido en la ley.
No obstante, la juez rechazó las alegaciones de Unidas Podemos y dio la razón a Miguel Vila al considerar que el despido de este se deslizó por la vinculación del exdiputado con Íñigo Errejón y su escasa afinidad con el sector pablista del partido. Además, explica que Unidas Podemos no aportó ninguna prueba de que el despido fue una “represalia”.
Considera la jueza que no existe “justificación alguna” para el despido de Vila y lo declara nulo. Por tanto, Unidas Podemos está obligado a readmitir al exdiputado y tendrá que pagar el salario que dejó de percibir desde mayo hasta la fecha de readmisión. Una cifra de 63,05 euros al día.