Después de que el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, haya exigido al Partido Popular que aclare públicamente si su estrategia va a ser colaborar con su formación de extrema derecha o imponerles un cordón sanitario, es decir, haya lanzado un ultimátum para que el PP reconozca en la esfera pública, o no, a Vox como su socio prioritario; desde el Partido Popular rechazan contundentemente estas presiones y se muestran dispuestos a que la posible investidura de Alberto Núñez Feijóo fracase antes que aceptar las presiones de la formación de Santiago Abascal. 

Así lo ha podido conocer ElPlural.com tras conversaciones con fuentes autorizadas de la dirección del PP. 

En base a estas “explicaciones” que exigen, Vox decidirá si apoyan, o no, la investidura de Alberto Núñez Feijóo. 

El ultimátum de la ultraderecha ha quedado claro: esas "explicaciones" se tienen que producir antes de que este martes Santiago Abascal se reúna con el rey Felipe VI en su turno de la ronda de contactos iniciada este lunes por el monarca. De lo contrario, el partido ultra no apoyará a Feijóo.

Pese a la gravedad de la amenaza, en el PP insisten en que no cederán; aún haciendo imposible la candidatura de Feijóo a una hipotética investidura. 

Cabe recordar que Santiago Abascal, presidente de Vox, estará en Zarzuela este martes a las 10:30 horas. Sánchez irá a las 12:00 horas. Feijóo cerrará la ronda a las 16:00 horas del martes.

Lo que pide conocer Vox 

Las exigencias de Vox las ha dejado meridianamente claro Ignacio Garriga este lunes en una rueda de prensa realizada desde Cataluña. A juicio de los de Santiago Abascal, el PP está abonando "el camino que ya exploró la izquierda y el separatismo de conformar ese cordón sanitario" en torno a su formación política.

"Es importante tener las explicaciones del PP para saber con qué PP estamos hablando. Si están dispuestos a recuperar la neutralidad institucional o si van a seguir abonando el terreno del cordón sanitario y de arrinconar a más de tres millones de españoles", explican en el partido de extrema derecha. 

El PP, en manos de los ultras 

Una vez más, el Partido Popular vuelve a estar en manos de la extrema derecha. Una dependencia que se ha evidenciado aún más tras el batacazo parlamentario protagonizado el pasado jueves por Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra a raíz de su estrepitoso fracaso en las votaciones para conformar la Mesa del Congreso y su presidencia.

Lo cierto es que apenas unos minutos después de que el PP dejara fuera de la Mesa del Congreso a Vox, el propio Abascal ya dejó en el aire su apoyo a una hipotética investidura de Feijóo. 

El PP minimizó entonces la amenaza que este lunes se ha confirmado: O Feijóo acepta como socio preferente a Vox, o su candidatura a la investidura es casi imposible.

Y es que el apoyo de Abascal al PP es vital si lo que quieren es que Alberto Núñez Feijóo llegue a La Moncloa.

Solo el 'sí' de los ultras permitiría a Alberto Núñez Feijóo decirle al rey Felipe VI, cuando sea llamado a consultas este martes, que cuenta con el apoyo de 171 o 172 diputados (los 137 del PP, los 33 de Vox, el de UPN y el de Coalición Canaria). Sin el apoyo de Vox, el PP cuenta de momento con 139 diputados (los 137 del PP, el de UPN) y el de Coalición Canaria). 

En cambio, solo el PSOE y Sumar suman 152 diputados.

El PP, en problemas también por Coalición Canaria y el PNV

Los problemas a Feijóo no solo le vienen por parte del partido ultra. Tras su cita con el Rey, la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, ha anunciado que, a día de hoy, apoyaría la investidura de Feijóo, aunque también podría apoyar a Pedro Sánchez si “el PSOE asume lo que el PP ya ha asumido”. Básicamente, si Sánchez si transfiere al Gobierno canario la cantidad pactada a cambio del apoyo de la coalición a los últimos Presupuestos Generales del Estado, que ha cifrado en 200 millones de euros

Por su parte, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha manifestado sus dudas de que el Rey vaya a proponer un candidato a la presidencia del Gobierno este martes, cuando termine la ronda de consultas. En su opinión, “es una ronda convocada precipitadamente”.

“No hemos empezado ni siquiera a hablar de eso”, ha dicho.