Este lunes 14 de octubre ha sido el día en el que el primer barco de la Armada italiana ha zarpado con 16 migrantes a bordo desde Lampedusa dirección al nuevo centro de repatración e internamiento de Albania. Ha sido este martes cuando han llegado al edificio, que forma parte de un plan de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, para aliviar la presión migratoria en su país a través de una construcción establecida en un país que no es miembros de la Unión Europea. Esto ha convencido a Isabel Díaz Ayuso pero también a Von der Leyen.
El plan de Meloni contra los migrantes
En concreto, se trata de dos construcciones en las ciudades de Schengjin y Gjadër, resultado de un acuerdo entre el Gobierno italiano y el albanés para gestionar las solicitudes de asilo y, en su caso, las devoluciones a sus países de origen de las personas rescatadas en el Mediterráneo frente a las costas de la península. La pretensión de Meloni es desviar el 40% de los inmigrantes ilegales que cruzan el Mediterráneo hacia Albania, evitando así que lleguen a suelo italiano.
Los perfiles afectados por esta medida, bautizada como Protocolo Italia-Albania, serán principalmente hombres que no se consideren vulnerables y que provengan de países clasificados como seguros. Los que sí podrían tener derecho a protección internacional, como son las mujeres, los menores no acompañados, y personas procedentes de países tildados como inseguros, seguirán desembarcando en la isla de Lampedusa y seguirán los procedimientos habituales.
Pero los que lleguen a estos centros tendrán que pasar por unos trámites para solucionar su situación que podrían durar meses, por lo que su estancia se torna larga en unos centros con características muy parecidas a una prisión. Primero llegarán al puerto de Shëngjin, en el norte de Albania, donde se encuentra un centro de recepción con capacidad para 200 personas. Desde allí serán trasladados a una instalación más grande en Gjadër, que tiene capacidad para albergar a más de 1.000 personas y está protegido por un muro de cinco metros de altura.
Mesas ancladas al suelo
Ha sido en los últimos días cuando una cadena de la televisión de Albania mostró las primeras imágenes de uno de los edificios, el de Gjadër. Una primera muestra que deja ver cómo es la visión del Gobierno de Meloni al respecto de estos migrantes. En esta retransmisión se han podido ver sendos alojamientos con camas, pero también una sala médica, un laboratorio de análisis, útiles para radiografía y ecografía, y otra habitación para atención psicológica y psiquiátrica.
Sin embargo no es oro todo lo que reluce. Y es que, según medios italianos, las construcciones cuentan con las camas literas ancladas en el suelo, así como las mesas o las sillas. No hay tomas de corriente a la luz, tan solo entradas USB para cargar los teléfonos, por motivos de "seguridad". Las células para dormir son de tan solo doce metros cuadrados, y en ellas van cuatro personas. En el edificio también hay megáfonos para comunicaciones con el campo y sendas puertas blindadas con códigos y mucha vigilancia.
Italian detention centre in Albania.
— Jeff Crisp (@JFCrisp) October 15, 2024
It looks like an atrocious place to incarcerate refugees and asylum seekers. pic.twitter.com/qjsExcJqld
Según detalla el comandante de policía Massimo Scannicchio al citado portal, el centro de Gjadër cuenta con una jaula doble "reservada a los solicitantes de asilo", donde hay rejas en la parte superior de la habitación, así como para aquellos que "no han obtenido protección internacional". Además, los migrantes no van a poder llevar ropa de calle. "Podrán lavarse y ponerse el mono", en referencia a unos pantalones y sudaderas de color negro como si del histórico naranja de Guantánamo se tratara. "Los que lleguen por mar tendrán que cambiarse".
Von der Leyen quiere el centro
"Los migrantes no pueden abandonar las instalaciones y vagar libremente por Albania", explicó el primer ministro albanés, Edi Rama, sobre el pacto con Italia, muy criticado por las organizaciones humanitarias de rescate. Pero sí contarán con una capilla con un crucifijo y "una zona de oración para los musulmanes". En el caso de que se produzcan disturbio, han creado una jaula de castigo. "Será en todos los aspectos un régimen penitenciario idéntico al vigente en Italia", asegura el comandante, que asegura que "no hay posibilidad de escapar" del centro.
Aunque se han ganado muchas críticas, cabe destacar que ya hay quienes han visto en este modelo un posible ejemplo para la Unión Europea, y en las máximas instancias. Y es que este mismo martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado0 estar dispuesta a estudiar la creación de centros de retención de migrantes fuera de la UE, al estilo Meloni. Así lo ha anunciado en una carta a los líderes europeos en la que plantea un plan de acción de 10 puntos para hacer frente a la crisis migratoria que afecta a muchos países de la unión.