El mensaje central de este 41º Congreso Federal rima en consonante con el acoso y derribo a la figura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Un cierre de filas total, desde el primero hasta el último invitado, incluyendo a los representantes sindicales. Tanto Unai Sordo (CC.OO), como Pepe Álvarez (UGT), han tomado la palabra para exhibir su apoyo granítico al jefe del Ejecutivo ante una “ola reaccionaria” que no sólo afecta a España, sino que se expande por todo el globo terráqueo en esta segunda década del siglo XXI. De hecho, el líder de CC.OO. entiende que el mundo se enfrenta a su momento más determinante desde la Segunda Guerra Mundial.
Por ello, Sordo, el primero de los dos líderes sindicales en tomar la palabra en el acto inaugural, ha llamado al presidente a “resistir” ante el “mayor riesgo de involución social y política” desde la conclusión de la segunda gran guerra. El secretario general de Comisiones Obreras ha precisado que España necesita de “un PSOE fuerte” para blindar los derechos adquiridos por la clase trabajadora, en una época en la que todos los avances sociales están en cuestión por el avance del mensaje “reaccionario” de la derecha y la ultraderecha.
Cierre de filas sindical
Su discurso se ha mantenido en la línea argumental del resto de intervenciones del cónclave socialista, incluyendo las pronunciadas el viernes por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y el secretario de Organización, Santos Cerdán. En cualquier caso y en este mismo sentido, Sordo ha incidido en la idea de que “pocas veces ha sido más patente” la necesidad de que “los recursos comunes, el Estado y lo público salven a la sociedad”. España vive unos años boyantes en términos laborales, con un “récord histórico de gente trabajando y afiliada a la Seguridad Social”. Sin embargo, y en paralelo, se percibe una “reacción de sectores” neoliberales y ultraconservadores que “no habíamos conocido en España” desde los tiempos de la dictadura franquista.
El líder de CC.OO. ha certificado que el Gobierno socialista es una “referencia entre las familias de la izquierda en Europa y en el mundo”, de ahí el surgimiento del “bulo y la mentira” como arma política, para “situar la idea de que todo es un caos”. “Se necesita vertebrar la sociedad y partidos que sean de masas, no sólo en el ámbito digital”, continuaba Sordo al tiempo que instaba a Sánchez a resistir porque “no es verdad que el futuro está escrito”.
Por su parte, el secretario general de la UGT, que ha tomado el relevo de su homólogo de CC.OO., ha centrado el tiro en la crisis climática y las consecuencias trágicas de la DANA del pasado 29 de octubre. Tema central del arranque del acto con el discurso de una Diana Morant engrandecida. “El negacionismo debería estar pidiendo perdón a los valencianos”, sostenía un Pepe Álvarez que exigía a bordar la dimensión de la emergencia climática en España con “medidas necesarias” para evitar que el problema “se incremente”.
Emergencia climática
Pero coincide también en la urgencia de que el PSOE y el bloque progresista resista frente al avance del “fango”. Una “ola reaccionaria” que utiliza como ariete sindicatos de extrema derecha como Manos Limpias para desacreditar la gestión del presidente del Gobierno. “Ni a la extrema derecha ni a la derecha extrema les interesa los sindicatos. El único que interesa es Manos Limpias, abriendo procesos judiciales absurdos basados en bulos, mentiras y recortes de prensa”, expuso.
En este sentido, el líder de UGT ha cerrado filas en torno a un Sánchez que ha favorecido que “el país avance”. “Nosotros vamos a estar apoyando al Gobierno de izquierdas de progreso más transformador que hemos tenido en la historia de nuestro país”, remató.