El 19 de febrero de 2018, el Comité de Seguridad y Salud del Senado acordó una solicitud para medir los niveles de gas radón en las distintas dependencias del edificio. Se activaron las alarmas cuando se detectó una concentración fuera de lo normal de esta sustancia cancerígena en dos ubicaciones de la Cámara Alta. Una de ellas es el antiguo despacho de Francisco Franco. La otra se sitúa en el Depósito-Archivo.

Según revela 'La Información', el informe que recoge las mediciones que se produjeron en el Senado desde septiembre de 2018 a octubre de 2019, se encontraron 15 espacios con niveles de la sustancia cancerígena superiores a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el antiguo despacho del dictador Francisco Franco se registraron 515 becquerels (bq) por milímetro cúbico. En cambio, en el Depósito-Archivo la cifra ascendió hasta los 642 Bq/m3. Estas son las dos únicas dependencias del Senado que están percibiendo un tratamiento especial por parte del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Cámara Alta.

Según los servicios de prensa del Senado, la institución ha tomado las requeridas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Sin embargo, el citado organismo es más laxo que otras instancias internacionales. De hecho, en el Boletín Oficial del Estado del 26 de enero de 2012 se recogen las recomendaciones del CSN en cuanto al tratamiento de los lugares de trabajo con presencia de la sustancia.

En los puestos en los que hay una “elevada permanencia de miembros del público, el nivel de intervención debe ubicarse en los 300 Bq/m3. Sin embargo, en el resto de las ubicaciones no se necesita un control exhaustivo hasta que la cifra supere los 600 Bq/m3. En este caso, el despacho de Franco lo utiliza el personal del Senado.

Estas cifras están lejos de lo que exige la Unión Europea, que pone el límite en 300 Bq/m3 como nivel de actuación en cualquier habitación de la Cámara Alta. De hecho, la OMS todavía es más restrictiva, pues el límite lo estipulan en tan sólo 100 Bq/m3.

En el informe del Senado se desliza que se han realizado labores de ventilación natural en el que fuera el despacho de Francisco Franco, amén de los trabajos de mantenimiento y saneamiento pertinentes en el sótano. Sin embargo, existen algunos espacios del edificio con niveles aún preocupantes para los baremos de la OMS.

El escrito detalla que para las zonas de “concentraciones medidas” se advierte un “incremento de la ventilación”, pues supone una disminución “importante” del riesgo de concentración del gas. Por lo tanto, se aconseja su ventilación diaria durante quince minutos. No obstante, no se estipula ninguna supervisión especial.