Secretismo absoluto. Nadie en Moncloa conoce los planes de Pedro Sánchez para la “minicrisis de Gobierno” que se avecina. Las apuestas de las ministras de Sanidad e Industria y Turismo, Carolina Darias y Reyes Maroto, para Las Palmas y la ciudad de Madrid aseguraban cambios en el Consejo de Ministros para la recta final de la legislatura. Modificaciones que guardan cautelosamente el jefe del Ejecutivo y sus colaboradores más estrechos. “Eso es cosa del presidente”, argumentan intramuros de la Administración.

Los partidos ultiman los detalles de cara a las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo. Ya es campaña en España, desde hace algún tiempo, de hecho. 2023 es año de urnas, pues en diciembre también llegarán las generales. La triple cita electoral fuerza a las formaciones políticas a repensarse sus estrategias y redoblar su presencia en los territorios. Este mismo fin de semana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, dan el pistoletazo de a la precampaña con sendos actos: el primero viajará hasta Sevilla mientras que el segundo hará lo propio el viernes, pero en Valencia para desplazarse a Zaragoza el sábado.

Sin apenas tiempo para digerir los roscones, PSOE y Partido Popular anunciaron la composición de sus respectivos comités electorales. Los socialistas apostaron por la continuidad al situar a Santos Cerdán, número tres de la organización, al frente del organismo. En paralelo, Feijóo presentaba como fichaje galáctico a Borja Sémper que regresaba al que fue su hogar hasta las discrepancias con la deriva que su partido adquirió con Pablo Casado al frente y que le apartaron de la vida política.

¿Cambios para marzo?

En paralelo, en Moncloa queda pendiente la asignatura de los cambios en el Consejo de Ministros. Muy poco o nada traspasa los muros de la residencia presidencial. Ni siquiera los integrantes del Gobierno conocen su futuro destino. En su momento, con motivo del Día de la Constitución, en conversaciones con los periodistas, Sánchez avanzó que la remodelación se afrontaría como una “minicrisis”. Es decir, en un principio, tan solo buscará nuevos propietarios para las carteras que dejan vacantes Darias y Maroto.

La hoja de ruta inicial indicaba que ambas compatibilizarían sus labores ministeriales con la precampaña para las municipales. En el caso de la titular de Industria no supone mayor problema mantenerse en su departamento, ya que desarrolla buena parte de su agenda en Madrid. Escenario opuesto al de Darias, quien habría trasladado, según recoge eldiario.es, las dificultades que imprime su condición de ministra de Sanidad con encabezar la papeleta socialista a la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria.

La situación de Darias podría acelerar el proceso, aunque el goteo de información interministerial es escaso. Resortes ministeriales deslizan que “eso es cosa del presidente”, mantra al que se aferran la mayoría de departamentos que evidencia el secretismo con el que se afronta la “minicrisis” desde la más alta instancia del Gobierno. En Ferraz predomina el sentir de que Sánchez adelantará las modificaciones unas semanas, situando el foco en la segunda quincena de marzo, momento en el que se celebrará el Comité Federal del PSOE.