Pedro Sánchez y Carles Puigdemont han mantenido su primer cara a cara. Estrasburgo ha sido el escenario del intercambio de pareceres entre el presidente del Gobierno y el líder de Junts. El jefe del Ejecutivo, que comparecía en el Parlamento Europeo como colofón del semestre español al frente del Consejo de Europa, ha replicado a las amenazas del eurodiputado neoconvergente, quien sugería las consecuencias de un horizonte de “promesas incumplidas”, le ha instado a seguir trabajando por el “diálogo, la negociación y la Constitución”.

El presidente del Gobierno ha defendido ante el líder de Junts y la derecha comunitaria, una Ley de Amnistía que define como “un paso importante en la buena dirección”. Sánchez se ha comprometido a seguir promoviendo el uso del catalán, a pesar de que la presidencia de turno del Consejo llega a su fin. Así ha respondido a las quejas de Carles Puigdemont por no poder expresarse en su “lengua materna” en la Eurocámara.

Sánchez ha hecho uso de su turno de réplica para dar contestación, entre otros, a las advertencias del eurodiputado neoconvergente. El expresident ha lamentado no poder expresarse en catalán en el Parlamento Europeo, recordando al jefe del Ejecutivo que no ha sacado adelante el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones comunitarias. Tras repeler las críticas del Partido Popular Europeo (PPE), con Manfred Weber y Dolors Montserrat a la cabeza, ha defendido España como una democracia plena y un Estado de Derecho robusto. “Entre los 25 más fuertes del mundo”, ha explicado, sujetándose en el prestigioso informe de Rule of Law Index.

En este sentido, ha rechazado que la ley de amnistía socave la calidad democrática del país. De hecho, ha cargado contra la oposición al indicar que la principal amenaza para los Veintisiete es el crecimiento de la “ultraderecha euroescéptica” con la connivencia de la “derecha tradicional”, aludiendo a los acuerdos del Partido Popular y Vox.

Diálogo, negociación y Constitución

Retomando la respuesta a Puigdemont, Sánchez le ha recordado que está en las manos de ambos alcanzar la normalización total en Cataluña. “Debemos hacerlo por las vías de la política, de la negociación y de la Constitución. Y yo creo que la ley de amnistía es un paso importante en la buena dirección, una ley que respalda a una amplia mayoría de nuestros ciudadanos”, ha reiterado el jefe del Ejecutivo. Por ello, ha recordado que la amnistía cuenta con el respaldo mayoritario del Congreso de los Diputados, tal y como quedó plasmado este martes en la votación de la toma en consideración del articulado en la Cámara Baja. 178 diputados, dice Sánchez, que corresponden a 12 millones de ciudadanos.

Sánchez se ha blindado de las críticas de la derecha, insistiendo en que la norma es plenamente “constitucional” y que su único fin es el de “superar un conflicto y ayudar a sembrar concordia”. Por otro lado, se ha comprometido a continuar “promoviendo el uso de lenguas cooficiales reconocidos” en la Constitución Española y que expresan el sentir de una mayoría social del país. Asimismo, ha recordado que en 2017 en Cataluña, se pedía desde las instituciones europeas que se retomara la vía del diálogo. De hecho, ha resucitado unas declaraciones del comisario de Justicia Didier Reynders, que apuntaló que se reconstruyera el puente entre Madrid y Barcelona.

De este modo Sánchez ha reivindicado que eso es lo que se pedía entonces y es precisamente lo que está haciendo su Gobierno: "Retomar la negociación y la política para tratar de resolver un problema que heredamos del fracaso absoluto de la anterior administración del Partido Popular", ha indicado.

En la misma línea ha defendido que las políticas que ha aplicado, como los indultos a los líderes independentistas condenados "han funcionado" y se ha mostrado convencido de que la amnistía "apuntalará" la normalización institucional.