El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha concedido una entrevista para el periódico cántabro El Diario Montañés donde ha reflexionado sobre las últimas novedades del impacto del coronavirus.

Revilla ha confesado que a sus 77 años y con sus patologías previas, "tengo todas las papeletas para irme al otro barrio", además de señalar que "está durmiendo muy mal".

Tal y como se narra en El Diario Montañés, Revilla vive entre su domicilio de Astillero y su despacho de la sede del Gobierno, situado en el centro de Santander. A pesar de la situación, sus horarios no han cambiado y todas las mañanas comienzan con una llamada con el consejero de Sanidad, el socialista Miguel Rodríguez: "Él es el que me pone al tanto de cómo está la situación. Del número de fallecidos, de infectados, altas hospitalarias... Casi siempre malas noticias. Buenas, la verdad, muy pocas".

Estos días, en sus redes sociales, el mandatario cántabro ha compartido varias imágenes en las que se le ve paseando por la terraza de su despacho: "Cada día me hago 4 kilómetros", confiesa. 

Finalmente confiesa que a pesar de tener "momentos de bajón", "está psicológicamente bien" y manda un mensaje al Gobierno central: "Como no nos dejen endeudarnos, monto la de Dios".