“Un libro de política y muy poco de políticos”. Así define el propio Mariano Rajoy el tercer ejemplar de su bibliografía particular que este miércoles ha presentado en el Real Casino de Madrid. Un libro de política y no de políticos, sin embargo, que ha captado la expectación de los medios de comunicación por la presencia de dos muy concretos: Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado. El presidente nacional y la presidenta de la Comunidad de Madrid han vuelto a coincidir tras semanas esquivas, donde se contraprogramaban la agenda para que no se les viera juntos, donde lo más cerca que estaban era en grupos de Whatsapp –no hay constancia de que entre ellos exista bloqueo de por medio, no así como con Teodoro García Egea-.

El primero en llegar al emblemático edificio del corazón de Madrid ha sido el expresidente y autor hoy referenciado. Le seguía el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que, junto a Rajoy, apenas dos minutos después de su llegada se ha acercado a recibir a Isabel Díaz Ayuso de forma previa a posar en el photocall dispuesto junto a la sala donde aguardaban varios altos cargos del PP, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, compañeros, familiares y decenas de personas que tendrían que esperar algo más para acceder al salón preparado para la presentación. Diez minutos después aparecía Pablo Casado, que, como sus compañeros, posaba junto al protagonista de la cita. Impaciente, la prensa preguntaba qué estaba sucediendo en el salón que ha servido de recepción –no se permitía entrar ni a redactores ni a los equipos de vídeo e imagen-, pero no sería hasta breves instantes después cuando Ayuso, Almeida, Casado, Rajoy y un recién llegado Alfonso Fernández Mañueco posarían -esta vez sí- todos juntos, transmitiendo así una imagen de alto al fuego con la que Carlos Herrera, presentador del libro, no ha dudado en bromear: “Esto es como la Navidad, la familia vuelve a reunirse. ¿Estará usted contento por esto, no?”.

No es de extrañar, así, que el expresidente del Gobierno haya decidido arrancar su intervención, posterior a la del mencionado Herrera, agradeciendo la presencia, en este orden, a Pablo Casado, quien “debe asumir pronto la presidencia del Gobierno por el bien de todos”; a Isabel Díaz Ayuso, “capaz de tomar decisiones en momentos difíciles, ya que en los fáciles las toma cualquiera”; a José Luis Martínez-Almeida, a quien le ha profesado “respeto”; y a todo el PP, como grupo y equipo capaz de conseguir resultados por encima de la individualidad: “Yo no fui presidente del Gobierno por lo listo que soy, sino porque soy del PP. Y por ese motivo venderé muchos libros”.

Después del sinfín de preliminares, Rajoy daba pie a un breve coloquio de no más de treinta minutos (“¿veis? En media hora, arreglao”) en el que explicaba los motivos por los que ha escrito este libro, Política para adultos (Plaza y Janés). Se trata del tercero de su colección (después de En confianza: mi vida y mi proyecto para España y Una España Mejor) y el título no es casual: “Cualquier persona que se precie debe actuar como un adulto. Un adulto reflexiona, se somete a límites, asume las consecuencias de sus actos y tiene responsabilidades. Eso es lo que se le dice a los niños cuando se les educa. Por tanto, este libro es mi apuesta por una política para adultos y realizada por adultos”, ha afirmado el expresidente en la presentación. “La política para adultos es, a mi juicio, aquella capaz de mirar más allá del próximo cuarto de hora, una política que sabe expresarse en algo más de un tuit, que se basa en la racionalidad y no en las puras emociones”, sostiene en el libro.

En este “tratado de la sutileza, como corresponde al personaje” –definición de Herrera- se discuten aspectos que dan forma al populismo tales como el adanismo, el moralismo como coartada, el líder mesiánico, el desprecio a las instituciones, la sentimentalización del discurso, el qué hay de lo mío, la polarización o la infantilización del mensaje. “He escrito este libro por varias razones. Porque me entretiene, me divierte y me obliga, pero sobre todo porque veo en España algunas derivas que son malas para la ciudadanía. Como he sido presidente del Gobierno, creo que tengo derecho a decir por dónde no hay que ir”.

Las pautas de Rajoy, ¿jaque a Ayuso?

“En el libro hay tres mensajes: una defensa de la democracia liberal, que el populismo es uno de los mayores males de nuestra sociedad y, en tercer lugar, explico qué deben hacer las democracias para perdurar y que todos las quieran”. Esta afirmación de Rajoy resume a la perfección cómo está articulado el libro. Sin embargo, se solapa la definición prestada este miércoles a Isabel Díaz Ayuso con algunas de las recetas y los avisos que el expresidente realiza en la obra.

Concretamente, Rajoy habla largo y tendido sobre Vox en las páginas del ejemplar, llegando a poner ejemplos concretos como el del cartel que criminalizaba a los menas y decía que cobraban 4.000 euros al mes del erario a los que no podían acceder españoles. “La extrema derecha ha ido creciendo en Europa agitando el miedo al inmigrante y utilizando este problema como combustible para alimentar la insatisfacción entre las clases menos favorecidas”, redacta Rajoy.

“Podría decirse que esta formación política perseguía lo mismo que la dama de la anécdota referida en El Quijote: satisfecha por verse con fama, aunque infame”, ha proseguido. Fama, la quijotesca y referenciada por el autor, que Ayuso ha cedido gustosamente a sus socios en la Asamblea de Madrid para la aprobación de las cuentas públicas de la región. Al margen de las ayudas a las adolescentes embarazadas para reducir el aborto o la fiscalización de los centros de menores extranjeros no acompañados (menas), entre otras cosas, destaca el compromiso rubricado por la propia Ayuso y se nueva partner Rocío Monasterio de no pactar con ningún otro grupo parlamentario y prestarse los votos a fin de que ninguna enmienda de la izquierda pueda prosperar. Una cacicada, en ojos de la izquierda, que muy probablemente respondería a la definición de infantilización de la política a la que tanto se ha agarrado este miércoles lluvioso el expresidente.

Sin autocrítica

Si bien no era el tema central del libro, reservado a la teoría política sobre el auge de los populismos a nivel internacional, ha llamado la atención el empeño de Rajoy por redactar ejemplares con los que reescribir el pasado y tratar de dejar un legado más permisivo con según qué cuestiones de su liderazgo. “He cometido errores, claro que sí. Algunos los pongo en el libro, aunque no muchos, que tampoco quiero fustigarme”, bromeaba el expresidente durante la presentación.

Es llamativo que el predecesor de Casado en la presidencia del PP haya decidido no mencionar ni por un minuto su marcha apresurada de La Moncloa. Rajoy, muy probablemente el presidente que tuvo que abandonar el poder con peor sabor de boca, casi sin tiempo para empaquetar sus pertenencias y defenestrado por las Cortes Generales, dedica en su libro cinco páginas a la corrupción como motivo de la escalada de los populismos y los nuevos políticos, que beben del descontento de la sociedad con el bipartidismo. Menos espacio que el dedicado a la inmigración o al uso de las redes sociales.

Además, lo poco que menciona lo hace desde fuera, como si Gürtel no fuese el motivo de su caída. Pide tratar el tema sin aspavientos, desde la seguridad de que es imposible controlar los muertos en el armario de una formación tan grande, mencionando casos de corrupción en la Italia de los 90, sacando a Venezuela a relucir o hablando del caso Obedrecht en Iberoamérica. Un libro, pues, orquestado a la perfección en base a una máxima presente en la introducción del retorno del Rajoy escritor: “Ni ellos son tan buenos ni nosotros somos tan malos”.