Todos quienes le conocen lo dicen. Es de lo que más presume el empresario Arturo Fernández: "yo soy maestro armero". De hecho, es 'san google' en cuanto se miran dos o tres de sus cientos de entrevistas, se ve que es así. Pero no es cualquier "maestro armero", es el "maestro armero real".

'Aremero real' por herencia..., como la monarquía
Y lo es por 'herencia', porque como en el caso de los monarcas, también los 'armeros reales' han ido heredando el cargo. Ocupó el puesto su abuelo, que fue el que inició la 'dinastía' cuando fundó una armería y Alfonso XIII lo nombró para 'suministrar y cuidar' las armas del rey. Puesto que luego heredó su padre. Y así llegó hasta a él.

El rey Juan Carlos junto a tres imputados o condenados en una cacería de perdices: Gerardo Díaz Ferrán, Jaume Matas, y el 'armero real' Arturo Fernández. Foto LA CELOSÍA



En el caso de Juan Carlos y el empresario de restauración, la relación ha pasado a convertirse en 'amistad'. Arturo Fernández ha acompañado al rey a viajes, incluidas cacerías, en muchas ocasiones. Y su relación ha permitido a que sucedan 'curiosas casualidades'. En este capítulo podemos incluir que acaben trabajando en las empresas de Arturo Fernández o las entidades que él preside gentes que salen de la Casa Real.

El empresario que coloca a quienes desecha el rey
Dos casos muy conocidos son el almirante Antonio González-Aller, que de jefe del Caurto Militar pasó a ocupar el puesto de director de Relaciones Institucionales, y el del periodista Jordi Gutiérrez, que de subdirector general de Relaciones con los Medios de la Casa Real, pasó a ocupar la dirección de Comunicación de la CEIM, la confederación de los empresarios madrileños que presidía el 'armero real'. Y como la discreción no es una de las grandes virtudes de Fernández, él no se cortó en alguna ocasión en quejarse, medio en broma, medio en serio, porque el Rey le llamaba cada vez que cesaba a alguien para que se moviera y le buscara un buen puesto.



Pero sucede que Arturo Fernández está imputado por el caso Bankia, entidad de la que era consejero y lío del que quiere 'librarse' diciendo que "si Deloitte decía que las cuentas estaban bien, no voy a leerlas", aunque eso sí, no devolvía por su 'no trabajo' los 3.000 euros que le daban por cada asistencia al Consejo, y había al menos uno al mes.

El armero imputado
Pero es que además, como se publicó en ELPLURAL.COM y otros medios, Arturo Fernández presuntamente cometió el delito de pagar a sus empleados con sobres, en negro, de manera sistemática. Lo denunciaron los comités de sus empresas.

Y a pesar de todo, fue reelegido por sus compañeros empresarios de Madrid. Allá ellos. Pero es que sigue siendo el 'armero real' sin que al aún monarca le temblara el ánimo para mantenerlo en el puesto. El príncipe, en la 'renovación' que se anuncia y que justificaría su llegada, según algunos, podría comenzar por 'limpiar' su entorno de imputados y corrupciones. Y en este caso, cambiar a su 'maestro armero'. O aún mejo, ya puesto, ¿por qué no acabar con cargos y títulos anacrónicos, que inevitablemente llevan a recordar las películas de García Berlanga?