Pocas semanas después de estrenar cargo como eurodiputado, el ultraderechista Hermann Tertsch fue condenado a pagar 15.000 euros a Francisco Javier Iglesias, padre del líder de Unidas Podemos, por “intromisión ilegítima y una vulneración del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen”.

En un tuit fechado el 5 de marzo de 2018, Tertsch escribió lo siguiente: “Del nombre de este policía tampoco se acuerda nadie. José Antonio Fernández Gutiérrez, asesinado por el FRAP, grupo terrorista comunista, el 1 de mayo de 1973. Entre los miembros detenidos después estuvo el padre de Pablo Iglesias. Como llegó la amnistía, nunca fue acusado nadie”.

En un segundo mensaje, trató en vano maquillar sus palabras: “Yo no he dicho que el padre de Iglesias fuera uno de los autores materiales del asesinato de aquel policía de 21 años. Sino que no ayudó a esclarecerlo. Nunca fue aclarado ese crimen porque se dio la amnistía”.

Sendos textos desembocaron en la citada condena contra el eurodiputado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Zamora. El magistrado Manuel García Sanz destacó que “el contenido del tuit constituye una intromisión ilegítima y una vulneración del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen” del padre de Iglesias.

¿Por qué fue detenido Francisco Javier Iglesias?

A pesar de la vinculación por parte de Hermann Tertsch a un asesinato, el padre de Pablo Iglesias no fue detenido por ningún delito de sangre, sino por repartir propaganda sobre el Primero de Mayo. De hecho, en el momento del asesinato del policía Fernández Gutiérrez por el FRAP, Iglesias se encontraba ya en la cárcel de Carabanchel. 

¿Qué fue el FRAP?

El Frente Revolucionario Antifascista y Patriota fue una banda terrorista española creada en 1973 que operó durante los últimos años de la dictadura de Francisco Franco. En aras de instaurar un régimen de poder popular, la organización optó por la lucha armada para tratar de acabar con el régimen fascista que imperaba en España.

De vocación antifascista, la banda se conformó tras la oposición a la vía de futuro de Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España, quien creía en una reconciliación nacional para el futuro del país. 

El 1 de mayo de 1973, el FRAP asesinó al subdirector Juan Antonio Fernández Gutiérrez de la Brigada Político-Social tras ser apuñalado durante unas manifestaciones cerca de la estación de Atocha de Madrid. El 14 de julio de 1975, un comando eliminó de ocho disparos al agente de la Policía Armada Lucio Rodríguez Martín y en agosto asesinarían a un coronel de la Guardia Civil. 

Por estos atentados los miembros de la banda Xosé Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz, fueron condenados a muerte y el 27 de septiembre de 1975 se les ejecutó en los últimos fusilamientos de la dictadura.

La llegada de la democracia y el fin de la dictadura supuso la disolución del FRAP.