Mal pagados, temporales y con medios insuficientes: así describen los sindicatos la situación de los bomberos forestales en la Comunidad de Madrid. Con ese telón de fondo, el secretario general del PSOE-M y ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha señalado directamente a Isabel Díaz Ayuso, a quien acusa de desentenderse de un servicio esencial que, recuerda, “es su competencia”. Para el dirigente socialista, no se trata solo de un debate político, sino de la necesidad urgente de dignificar las condiciones de unos profesionales que cada verano se enfrentan en primera línea a las consecuencias del cambio climático.
Las declaraciones de López llegan después de que Ayuso criticara al Ejecutivo de Pedro Sánchez por “ver paralizado como todo se quema, se hunde o se apaga para después buscar culpables y luego ver si toma alguna decisión”. La presidenta autonómica insistió en que los brigadistas forestales “dependen de Tragsa”, empresa pública del Ministerio de Transición Ecológica, y defendió que cualquier mejora salarial corresponde al Gobierno central. “Nosotros estamos a su disposición para ayudar y acompañarles en sus peticiones, pero no es nuestra competencia”, zanjó.
El ministro ha replicado con contundencia: “Lo que tienen que hacer los presidentes autonómicos es arrimar el hombro. Nada más llegar, Ayuso dijo que los bomberos forestales no eran competencia suya. Pues sí lo son. Es la presidenta de la Comunidad de Madrid la que puede y debe mejorar las condiciones laborales de los bomberos forestales. Debe ser ella, es su competencia y el estado autonómico está para que los presidentes autonómicos ejerzan su competencia”, ha subrayado durante una comparecencia ante los medios de comunicación desde la sede de su Ministerio.
Un trabajo esencial con sueldos de miseria
Los sindicatos y los propios bomberos forestales pintan un panorama alarmante en la Comunidad de Madrid. Dicen trabajar con salarios que no superan la frontera del salario mínimo interprofesional, que además ha sido erosionado por más del 30 % de pérdida de poder adquisitivo en los últimos años. Se enfrentan cada verano a incendios bajo temperaturas extremas, rodeados de humo y riesgos constantes, pero con una remuneración indignante.
A ello se suma la temporalidad: muchos contratos se formalizan solo durante la campaña de verano, lo que provoca que parte de la plantilla quede en la incertidumbre el resto del año.
Además, la falta de personal fijo dificulta la creación de equipos estables y experimentados, algo fundamental cuando la rapidez y la coordinación marcan la diferencia entre controlar un incendio o ver cómo se expande sin freno. Los sindicatos señalan también la escasez de medios materiales, desde vehículos en mal estado hasta equipos de protección individual insuficientes.
El impacto del cambio climático
Asimismo, López también ha querido recordar que la situación se agrava por el contexto de cambio climático, que multiplica los incendios de gran magnitud y complica la labor de extinción. “Se equivocan quienes tratan de alimentar una polémica estéril”, ha advertido el ministro, insistiendo en que lo importante ahora es reforzar los recursos y dotar de estabilidad a quienes arriesgan su vida en el monte.
La campaña pasada ardieron en España más de 90.000 hectáreas, y aunque Madrid no es de las comunidades más afectadas, su proximidad a zonas de alto riesgo y el crecimiento de la masa forestal por el abandono rural la convierten en un territorio vulnerable.
"Algunas comunidades lo han hecho mejor, otras lo han hecho peor. Desde luego el Gobierno de España ha reforzado los recursos públicos y ha movilizado todos los recursos que existen en el Estado. Creo que sería bueno que, como ha dicho el presidente (Pedro Sánchez), que nos sentemos en una mesa y analicemos todos los recursos que tiene cada comunidad autónoma", ha señalado.
La propuesta pasa por evaluar de forma conjunta tanto los medios del Estado —UME, brigadas de refuerzo y medios aéreos— como los de cada autonomía, con el objetivo de detectar carencias y optimizar la gestión de emergencias. "¿Ahora la prioridad es apagar los incendios? Faltaría más. ¿Se han puesto todos los medios del gobierno a disposición? Todos están movilizados. La prioridad es apagar los incendios y la seguridad no solamente de los servidores públicos, sino también de los ciudadanos", ha concluido el ministro.