Como no podía ser de otro modo, la moción de censura de Vox ha marcado la actualidad política de este lunes. Mientras un diputados ultraderechistas la registraban en el Congreso, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, comparecía desde Ferraz para dar un tirón de orejas a Podemos y sus aliados parlamentarios, que han puesto sobre la mesa la opción de no intervenir en el debate de la moción. Un posicionamiento que entre los socialistas supone hacerle el juego a Vox y caer en la “antipolítica”.

Desde el PSOE han percutido en la “seriedad” subyacente a una moción de censura, independientemente del grupo parlamentario que la registre. En este caso, admiten en privado que Vox utiliza esta herramienta constitucional para “denigrar aún más” las instituciones. No obstante, pese a ello, en Ferraz predomina un sentimiento de “respeto máximo” hacia esta figura, así como al candidato propuesto por la ultraderecha, Ramón Tamames.

María Jesús Montero ha exhibido las líneas argumentales que adoptará el PSOE en estas próximas fechas, apostando por la “seriedad” y la “utilidad” de la política. “Significa tomarse en serio cualquier moción de censura que presente un grupo político. Deberían saberlo los partidos que ya la han presentado”, ha resuelto la ministra de Hacienda en alusión a la estrategia planteada desde su izquierda. Incluso la número dos de los socialistas ha remarcado que “no se deben presentar solo cuando se vayan a ganar”.

En este sentido, la titular de Hacienda ha recordado que antes del triunfo en la moción de censura a Rajoy, no hubo ninguna que saliese con resultado favorable para los grupos que la presentaron. “No es un instrumento para convocar elecciones, sino constructiva”, ha afirmado Montero, mientras subrayaba que esa “prerrogativa” le compete exclusivamente al presidente del Gobierno. Por ello, ha reivindicado que el PSOE no le hará el juego a la “antipolítica”, afrontando la moción de Vox con la “seriedad” que comporta un elemento constitucional.

Gestión vs ruido

A pesar de que en el PSOE reconoce que Vox no es de su agrado, Montero ha subrayado que ellos podrían ser los “primeros tentados” en darles la espalda. Sin embargo, creen que esa actitud “favorece a aquellos que pregonan el ruido” y, por ello, expondrán la gestión del Ejecutivo durante estos más de tres años de legislatura.

Los socialistas insisten en que el debate lo afrontarán desde la utilidad subyacente a una figura como la moción. Contrapondrán su currículum frente al “ruido” de Vox. “Será la oportunidad de enfrentar a dos modelos diferentes: el de la ultraderecha con el PP, que representa los intereses de una minoría; frente al que evoca el Gobierno, dando cobertura a la mayoría social”, ha desgranado la ministra Montero.

Feijóo, “escondido” en Génova

La posición del Partido Popular será otra de las aristas discursivas del PSOE durante el debate. “Lo que no se entiende es la abstención del PP, que es lo mismo que decir que no se opone a que haya un gobierno presidido por la ultraderecha”, ha destacado Montero, al tiempo que recordaba que la actitud de Feijóo desde que asumió las riendas del PP ha sido la de “tirar la piedra y esconder la mano”. O lo que es lo mismo, “bendecir el pacto” y rehuir la foto.

Montero entiende que la moción de censura será el tiempo en el decaigan todas las caretas. Atribuyen al Partido Popular una connivencia con Vox de cara a esta moción de censura, avivando la apagada llama de Pablo Casado, que sí se atrevió a confrontar con la ultraderecha y mostrar su “rotundo rechazo” a la anterior moción. “Feijóo tira la piedra y esconde la mano”, ha lamentado la ministra de Hacienda, al tiempo que recordaba las “importantes responsabilidades” de los populares en materia de gobierno desde la venida de la democracia. Además, ha recordado el cordón sanitario a la extrema derecha por parte de los conservadores europeos.

No obstante, en Ferraz no sorprende la actitud de un Feijóo al que acusan de “esconderse” en su despacho de Génova. Creen que este es el modus operandi del líder gallego, que llegó a la cúspide conservadora enarbolando la bandera de la moderación y, sin embargo, ha conseguido “adelantar a Pablo Casado por la derecha”. “Que ya es decir”, ha ironizado la ministra de Hacienda.

Desde los círculos socialistas creen que la táctica del avestruz que le atribuyen a Feijóo “ya no funciona”. “Se acabaron las caretas. Bendice el pacto, pero se quita de la foto, como hizo con la manifestación de Colón o con el Gobierno de Castilla y León”, ha afeado la titular de Hacienda, que ha percutido en la “equidistancia” del líder del Partido Popular. “La democracia necesita una defensa a través de líderes valientes y Feijóo está dejando mucho que desear”, ha rematado.