El análisis sobre la crisis que ha experimentado el Gobierno por la renovación de la reforma laboral es cambiante en función de quién emita el mensaje. Mientras desde Moncloa aseguran que el envite protagonizado por las dos ramas del Consejo de Ministros ha sido apaciguado mediante la cesión del protagonismo a Yolanda Díaz y la presencia de ministros socialistas en la mesa de diálogo social, desde el Ministerio de Trabajo insisten en que la problemática se circunscribe a los contenidos de la nueva ley que ya llevan trabajándose desde marzo con los sindicatos.

“El problema no es quién, sino qué”, explicaban fuentes del entorno de Yolanda Díaz a ElPlural.com este martes. “Se ha alcanzado un acuerdo, en el seno del Gobierno de coalición, para la coordinación de la reforma laboral”, exponía este mismo miércoles Moncloa a los medios de comunicación. Dos análisis contrapuestos que chocan en cómo abordar el conflicto: para Isabel Rodríguez, ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, es un problema por quién pilota las reuniones con la patronal y los sindicatos; para Yolanda Díaz y los ministerios encabezados por miembros de Unidas Podemos se trata de medir el alcance de la nueva reforma, no dar derecho de veto a la patronal y mantener algunas cuestiones ya avanzadas con los agentes sociales -la primacía de los convenios sectoriales sobre los de empresa, el mantenimiento de la ultraactividad, la limitación de la subcontratación o los modelos flexibles que pongan coto a los despidos-.

De esta forma, y pese a los continuos intentos por limar asperezas y limitar el impacto externo de la desunión, ambas partes reconocen desencuentros que siguen dañando sus intereses compartidos. De hecho, la propia Yolanda Díaz ha insistido este miércoles desde Roma, donde ayer se reunió con su homólogo italiano, en que le parece “sorprendente” que sea necesaria una nueva negociación para dirimir el alcance de la modificación de la reforma laboral de Mariano Rajoy, ya que, a su juicio, era un debate que ya estaba cerrado desde diciembre del año pasado.

"No comparto las declaraciones en este aspecto, no se trata de contenido, está escrito en el acuerdo de coalición, es un asunto que lidera el presidente del Gobierno y forma parte de sus compromisos de investidura, la reforma laboral es un compromiso del presidente del Gobierno que también ha remarcado en el 40 Congreso del PSOE", ha contestado la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.

"No estamos hablando de nada distinto que no se haya practicado ya en el seno del Gobierno, coordinación para lograr el mayor diálogo posible, en el que queremos estar todos, estamos hablando de sindicatos y empresarios, para que esta reforma que quiere ser estructural se apoye sobre los pilares y la base en un diálogo conjunto y no en un diálogo de parte", ha añadido la ministra socialista.

El ‘pacto’ de Moncloa

Pese a que finalmente la fumata blanca anunciada por Moncloa este miércoles no ha traído la paz total en la coalición, sí que ha acabado con el caos procedimental en la mesa de diálogo social. Las reuniones las seguirá liderando Trabajo, pero estarán presentes representantes de Asuntos Económicos y Seguridad Social. Además, “el próximo martes, 2 de noviembre, el presidente del Gobierno convocará una reunión con las vicepresidentas primera y segunda, y los ministerios de Hacienda, de Seguridad Social y Educación y Formación Profesional para fijar la posición del Gobierno en la mesa de diálogo social, en los términos del acuerdo de Gobierno de coalición”.

Esta reunión interministerial para abordar los avances y problemas en la nueva ley del mercado laboral se repetirá cada martes a las 17 horas, y la encabezarán los secretarios de estado de Empleo, Economía y Seguridad Social y Pensiones (aunque “en función de los temas a tratar, podrán acudir otros secretarios de estado o representantes de los otros ministerios afectados”).

Díaz, preferida por los sindicatos; Calviño, defendida por Garamendi

No han gustado a los sindicatos las declaraciones de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en las que definía como “reuniones preliminares” todas las mantenidas hasta este tiempo para avanzar en los pormenores de la nueva reforma laboral. El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, ha considerado esta afirmación “inaceptable” y, pese a explicar que no hay ningún problema con Calviño, ha reconocido que “no habla el mismo lenguaje” que Yolanda Díaz.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha acudido al rescate de la vicepresidenta primera, explicando que cuando ha visitado su ministerio “no ha visto hombres de negro”: “Calviño, que yo sepa, no tiene hombres de negro, no sé si los tendrá en un armario. Pero nosotros negociamos con el Gobierno que han elegido los españoles", ha afirmado, negando el debate entre ministerios y añadiendo que él no elegirá “entre papá o mamá” a la hora de negociar.

Además, Garamendi ha añadido que no tiene derecho a veto -como temen los sindicatos-, poniendo como ejemplo lo sucedido con la subida del Salario Mínimo Interprofesional: “No tenemos derecho de veto y se ha demostrado con la subida del salario mínimo. Y esto lo digo porque se provoca, se plantean cosas, como que el problema son dos vicepresidentas, pero dentro de 20 días será que la CEOE habrá puesto derecho de veto. Nosotros somos libres e independientes para decir que no estamos de acuerdo", ha subrayado.