Rodeado de una nueva Ejecutiva más joven, con más mujeres y con mayor peso del municipalismo, el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, ha cerrado este domingo un 40º Congreso Federal del PSOE convertido en la representación de la unión. Los barones territoriales reconocen que pocas veces se ha vislumbrado un partido con menos disidencias internas y el líder del Ejecutivo ha querido aprovechar su discurso para agradecer la tranquilidad orgánica a todos los militantes, a los que están y a los estuvieron. 

"El temor de ayer ha dado paso a la confianza porque somos consciente de que estamos superando un momento de los más difíciles de nuestra vida. Debimos tomar decisiones cuando ni la ciencia ponía un manual de instrucciones claro sobre la mesa. Por ello quiero agradecer el trabajo que despliegan y desplegaron los ministros del Gobierno de España. Mi gratitud es eterna, a los que están hoy y a los que estuvieron", ha indicado  Sánchez. "Gracias, gracias y gracias. Gracias de corazón", ha repetido, citando posteriormente a Salvador Illa, que no ha podido evitar las lágrimas tras la atronadora ovación que le han prestado las miles de personas que han abarrotado las butacas del salón de actos principal de la Feria de Valencia, sede de este Congreso Federal. 

La pandemia ha ocupado gran parte del discurso del secretario general, que ha cimentado su argumentario en la idea de resiliencia, de trabajo en equipo y de mirar el futuro bajo el prisma de la sostenibilidad y el mantenimientos de los valores fundacionales de la socialdemocracia española: "La vacunación es un triunfo de país, pero también quiero reconocer lo que ha hecho el Gobierno, con serenidad y sentido profundo de justicia social. Compañeros, somos el partido más veterano de España y uno de los más veteranos de Europa. Somos la representación del partido que más se parece a España", ha subrayado. "Desde la socialdemocracia, desde la igualdad y desde la justicia social, tras 142 años, podemos decir que estamos donde siempre estuvimos, con el mismo nombre y los mismos ideales. Es desde aquí desde donde se cambia el mundo. Lo hacemos con el diálogo y no con llamaradas de cólera, para que nuestros actos estén a la altura de nuestras palabras", ha añadido.

Sánchez no ha dejado pasar la oportunidad de mirar al pasado inmediato y recordar todas las políticas llevadas a cabo por el Gobierno de coalición para que esta crisis "no deje a nadie atrás": "España crea empleo y lo hace con fuerza. Hoy tenemos más personas ocupadas que antes de la pandemia. En 2008 tardamos 10 años en recuperar los niveles de empleo y ahora lo hacemos en menos tiempo, en menos meses. Creamos empleo, subimos el SMI e igualamos la lucha por la equiparación salarial entre hombres y mujeres", ha expresado. 

"Avanzamos en derechos sociales con la ley del solo sí es sí, con la ley LGTBI, con los ERTE, con los autónomos, con la ley de Vivienda, con la ley de Memoria Democrática, con la ley de Eutanasia. Avanzamos, claro que lo hacemos, y lo haremos con más fuerza con la reconstrucción de la isla de La Palma", ha advertido, señalando continuamente que el proyecto socialdemócrata goza de buena salud tanto en España como en Europa. "Frente a la socialdemocracia no hay ninguna idea fuerte. Cuando faltan ideas se recurre al insulto y a la violencia verbal, como hemos visto en Italia con la resurrección del fascismo. Esto es lo que recibió Felipe González, lo que recibió José Luis Rodríguez Zapatero y lo que nosotros recibimos".

Discurso preparado y armado en base a teoría política. Sin embargo, no solo ha habido tiempo para los agradecimientos y la divagación, sino que el presidente del Gobierno ha aprovechado la fiesta socialista para prometer que este Gobierno será el de la derogación total de la reforma laboral del PP y de la Ley Mordaza -dos aspectos que han provocado fricciones en el seno de la coalición con Unidas Podemos-. Sin embargo, si ha habido una promesa especialmente aplaudida y deseada, máxime después del alegato pronunciado este sábado por José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido el de la abolición de la prostitución: "Lo haremos. Os lo prometo". 

Más juventud, más mujeres y más municipalismo

La Ejecutiva Federal surgida de este Congreso va en línea con los cambios que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya llevó a cabo en su Consejo de Ministros hace apenas unos meses. La apuesta por el municipalismo es clara, además de la juventud y la presencia de mujeres, seña de identidad del nuevo proyecto socialista. 

La Comisión Ejecutiva Federal (CEF) consta de 42 personas y destaca la integración de seis de sus nuevos ministros, un importante relevo generacional, con una media de edad de 47 años -diez menos que la anterior-, y una presencia del 60% de mujeres. Además, solo repiten 12 de los dirigentes de la actual Ejecutiva. 

En concreto, formarán parte del nuevo núcleo duro de Sánchez en Ferraz el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, como secretario para la Reforma Constitucional y Nuevos Derechos; la ministra de Sanidad, Carolina Darias, como secretaria de Sanidad y Consumo; la de Ciencia, Diana Morant, como secretaria de Ciencia, Investigación y Universidades; y como vocales, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez; y la de Educación, Pilar Alegría.

Destacan, además, por su peso orgánico y por ser los encargados de preparar el próximo rumbo electoral de cara a 2023el secretario de Organización, Santos Cerdán, y Adriana Lastra, exportavoz en el Congreso de los Diputados y actualmente reservada a la clave interna como vicesecretaria general del partido. 

Con su nuevo equipo, en el que estará la diputada más joven del Congreso, la castellanoleonesa Andrea Fernández, como secretaria de Igualdad, se confirma la apuesta de Sánchez por plasmar en su Ejecutiva un importante relevo generacional. Fernández, de 28 años, sustituye en este puesto a la también exvicepresidenta primera, Carmen Calvo.