La exhumación de José Antonio Primo de Rivera (1903-1936), anunciada desde que entró en vigor la Ley de Memoria Democrática y a petición de su familia, se producirá este lunes del Valle de Cuelgamuros acabando así con un periplo funerario por el Cementerio de Alicante, el Monasterio de El Escorial y el Valle de los Caídos. Cuatro sepulturas hasta ahora que ha ocupado desde su fusilamiento.

¿Cómo murió Primo de Rivera?

El fundador de Falange Española murió fusilado en la cárcel de Alicante acusado de conspiración y rebelión militar contra la Segunda República el 20 de noviembre de 1936.

El líder falangista murió fusilado tras ser declarado de culpable de haber instigado el golpe militar del 18 de julio de 1936. En su última voluntad, según reflejó en su testamento y ha comunicado posteriormente su familia, el dictador manifestó su deseo de ser “enterrado conforme al Rito de la Religión Católica, Apostólica y Romana, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz”.

¿Cuáles fueron las cuatro tumbas y la fosa común de Primo de Rivera?

Tras su ejecución, fue enterrado en una fosa común en el Cementerio de Alicante junto con otros fusilados, la fosa número 5, fila 9, cuadro 12. Ocupó dos tumbas en este camposanto, ya que pocos días después de la victoria del bando sublevado, el 4 de abril de 1939, Primo de Rivera fue sacado de la fosa común y trasladado a un nicho con todos los honores: nicho 515 de segunda andana, grupo 35.

Su cadáver permaneció en dicho lugar durante unos meses, hasta que el 19 de noviembre de 1939 el dictador Franco ordenó su entierro en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. El féretro fue trasladado desde Alicante a pie a hombros de falangistas, 500 kilómetros que completaron tras diez días turnándose día y noche. Una vez allí, Franco lo recibió y sus restos fueron enterrados a los pies del altar mayor de la Capilla de los Reyes, lo que generó molestia en el sector monárquico del régimen. 

En marzo de 1959, con la finalización de la construcción del que fue el gran mausoleo franquista, el Valle de los Caídos, hoy día renombrado como Cuelgamuros, Franco mandó el traslado de los restos a un lugar de honores de la basílica, en el centro, bajo una lápida con una cruz y solo con el nombre de 'José Antonio'. 

Una Comisión de Expertos creada por José Luis Rodríguez Zapatero en 2011, con el fin de "dignificar y democratizar" el valle, señaló la necesidad de exhumar el cadáver de Franco de su tumba y "reubicar" a Primo de Rivera. "Es un paso más en la resignificación del Valle", manifestó ayer el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños.

Una parte de la familia se mostró conforme con reubicar sus restos a una de las capillas laterales, aunque pedían que se pusiera una placa en la pared con el nombre de "José Antonio", algo que fue rechazado en rotundo desde el Gobierno, aunque sí admitía el cambio, que se hubiera producido en el osario de la Virgen de la Merced, que está vacío. Finalmente se ha cumplido el deseo de inhumarle fuera antes de que el Valle se convierta en un cementerio civil y para satisfacer la voluntad expresada en el testamento del líder falangista.

Así será su exhumación del Valle de Cuelgamuros

Después de una larguísima polémica sobre qué hacer con sus restos y con el propio templo, la exhumación de los restos del padre del fascismo español comenzará el próximo lunes a las 5:30 de la mañana. Tras la retirada de su ubicación actual, junto al altar mayor de la basílica, su tumba desde 1959, será trasladado al Cementerio Sacramental de San Isidro en Madrid.

El recinto de Cuelgamuros estará blindado por la Guardia Civil -y cerrado a las visitas ya desde el fin de semana-, solo las 80 personas autorizadas, miembros de su familia, serán testigos presenciales a las 9 de la mañana de la extracción del féretro, por lo que no habrá lugar a las críticas que realizaron los Martínez Bordiú-Franco el 24 de octubre de 2019 sobre una tensa espera "con radiales y un ruido horrible".

Tal y como expresó la familia desde un principio, en esta ocasión, la operación, que coincide con el 120 aniversario del nacimiento del Primo de Rivera, se llevará a cabo en la absoluta intimidad sin la asistencia ningún miembro del Gobierno ni la presencia de ningún medio de comunicación