¿Qué está ocurriendo en Andalucía? La comunidad autónoma vive uno de los mayores escándalos de su historia, afectando este directamente a un pilar fundamental de la población: la Sanidad pública. ¿Será la gota que colme el vaso? El descontento ciudadano ha sido creciente en los últimos años al producirse continuas denuncias y otras tantas manifestaciones contra la gestión que el Gobierno de Moreno Bonilla está realizando en este ámbito. El caos surgido en los cribados del cáncer de mama está provocando gran temor entre la población, entre la que aumenta el nerviosismo por si esta situación, en la que no se está informando a los pacientes de los resultados de sus pruebas oncológicas, podría estar replicándose en otro tipo de enfermedades, como apuntan distintos testimonios de afectados que se están conociendo.

Esta es una circunstancia que se suma al severo aumento de las listas de espera, el cierre de especialidades en numerosos centros, no haber abordado el déficit de profesionales sanitarios y sobrecargar a los que están en plantilla, no estabilizar contratos, mantener a los hospitales con recursos limitados y generar gran descontento por la gran derivación de pacientes a la privada que han permitido, o propiciado. Todo ello supone un conglomerado que viene despertando una irritación cada vez más creciente en Andalucía en estos últimos días, cuyos vecinos no solo no encuentran respuestas a lo que está sucediendo, sino que han hallado versiones distintas a este suceso, que ahora ha pasado a ser arma arrojadiza en el diálogo político. 

El bulo de Juan Bravo y Moreno Bonilla sobre el protocolo de María Jesús Montero

Mientras Rocío Hernández dimitía de su cargo por el caso de las más de 2.000 mujeres que no estaban recibiendo información sobre los resultados de sus cribados de cáncer de mama, algo que se está empezando a conocer ocurre también en pruebas diagnósticas de otras afecciones, el PP cargaba en el Congreso de los Diputados contra María Jesús Montero propagando un bulo sobre los protocolos sanitarios marcados.

Concretamente, era Juan Bravo quien apelaba directamente a la actual vicepresidenta primera del Gobierno de España, quien en su día ostentara en Andalucía el cargo de consejera de Salud. Bravo cargaba contra Montero, afirmando con seguridad "fue usted la que eliminó la obligación de informar a los pacientes". Lo hacía mostrando un recorte de prensa correspondiente al 2011, cuando, estando la socialista al frente de la Consejería, se marcó el Protocolo Asistencial Integrado de cáncer de mama. 

En un nuevo intento por justificar la situación actual por la que pasa la Sanidad Pública andaluza, desde el Partido Popular se volvía a hablar de la "herencia socialista", a pesar de llevar casi ocho años Moreno Bonilla gobernando en esta comunidad autónoma. Estos era algo, precisamente, que María Jesús Montero le criticaba a Juan Bravo en la cámara, recordando que hace 13 años que no forma parte de la Consejería de Salud de Andalucía. "¿Pretenden achacarle al Gobierno y a mí lo que está ocurriendo?", cuestionaba con rotundidad la vicepresidenta.

Un bulo propagado en una de las situaciones más tensas que ha vivido Andalucía en los últimos años y al que se sumaba Moreno Bonilla, quien en rueda de prensa alegaba lo siguiente:

"Cuando la prueba era no concluyente, en muchos casos las mujeres no eran informadas porque en el protocolo vigente, que fue aprobado en el año 2011, se eliminó la obligación de informar a las mujeres que no tenían un diagnóstico claro. La primera decisión que ha adoptado mi gobierno en cuanto hemos sido conscientes de esta situación, que fue la semana pasada, fue la de cambiar ese protocolo de manera inmediata. Primero con una orden verbal y después con una instrucción por escrito, para informar telefónicamente a todas las pacientes".

Palabras las de Juan Bravo y Moreno Bonilla que parecen no corresponder a lo expresado textualmente en el Protocolo Asistencial Integrado al que hacen referencia, ya que en el mismo se expresa lo siguiente en su Anexo 1 se indica que a la paciente le informarán del resultado del estudio, el diagnóstico y las alternativas de tratamiento más adecuadas en su caso. No solo a la persona a quien se realizan las pruebas, sino que también se habla de las familias. 

El mismo PP hablaba de reducir tiempos en la comunicación de los resultados

La situación que se ha dado, en la que miles de mujeres han tardado hasta años en conocer los resultados de sus cribados, siendo un importante golpe para ellas pues para muchas de las que la prueba marcó que padecían cáncer de mama el retraso ha provocado que avancen en los estadios de esta enfermedad sin ser conscientes ellos, era algo de lo que, precisamente, el Partido Popular venía hablando en el 2023, resaltando el trabajo que se hacía por agilizar procesos.

Catalina García, predecesora de la recién dimitida Rocío Hernández, ponía en valor en octubre de aquel año la Estrategia de Cáncer en Andalucía que el Ejecutivo autonómico había puesto en marcha en el 2021. De esta manera, resaltaba que además de prever una atención prioritaria a la detección precoz, subrayaba la importancia que se daba a reducir los tiempos de espera para conocer los resultados de las pruebas diagnósticas.

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