Fran Hervías se queda sin hueco en el Partido Popular. La revuelta encabezada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha dejado huérfano al ex de Ciudadanos. Fuentes de la formación conservadora confirman a ElPlural.com que el contrato de la ‘herramienta’ de Teodoro García Egea para destruir a los liberales no será renovado.

No se ha cumplido aún el aniversario de su fichaje por el PP, pero el futuro de Fran Hervías en Génova – y en la política – se tiñe de oscuro. El diario ABC avanzó que el jueves fue su último día de trabajo en el cuartel general conservador, aunque su contrato expira el 1 de abril. Fuentes de la formación conservadora han confirmado a ElPlural.com que la nueva dirección no renovará al que fuera número tres de Albert Rivera, quedando fuera de la organización tras la celebración del Congreso del partido en Sevilla.

Fichaje por el PP

El 13 de marzo de 2013, Fran Hervías confirmaba en una entrevista concedida al diario El Mundo que abandonaba Ciudadanos para fichar por el PP. Y es que, apenas tres días antes, su anterior partido anunciaba una moción de censura al Gobierno de Fernando López Miras en la Región de Murcia junto al PSOE. El ex secretario de Organización naranja entendió que este no era el camino que debía seguir su partido y decidió abonarse al “proyecto ganador” de Pablo Casado.

Teodoro García Egea le encontró acomodo en la estructura genovesa, utilizándole como herramienta para desarmar Ciudadanos. La OPA a los liberales, que Casado gestaba hasta la moción a fuego lento, se aceleró. Hervías atornilló a López Miras en el sillón presidencial tras convencer a tres tránsfugas liberales, a quienes se premió con posiciones de privilegio en el Consejo de Gobierno murciano.   

Guerra Civil

El caballo “ganador” de Pablo Casado se desbocó cuando Génova entró en el cuerpo a cuerpo con Isabel Díaz Ayuso. Las aspiraciones de la presidenta madrileña chocaron con los planes de la dirección nacional y, sobre todo, con García Egea. Los desencuentros eran habituales, desatándose un conflicto que estalló con el escándalo de los detectives a finales del pasado mes.

Hervías, que optó por observar los toros desde la barrera hasta que vio peligrar su posición, corría el mismo peligro que su jefe. La ruptura del partido se recrudeció y Casado y Egea se quedaron aislados. El grueso del aparato les dio la espalda, comprando la “honestidad” de Ayuso y forzando la salida del tándem, que a la postre desembocaría en un Congreso Nacional, de donde emanará la nueva dirección del partido.

Sin embargo, antes de la convocatoria del cónclave, Hervías decidió posicionarse y romper su silencio. Con García Egea dimitido, poco sustento le quedaría en el estamento conservador, por lo que urgió, como el resto, a Casado a dar un paso a un lado y abrir una nueva etapa con la invocación de un Congreso.

El caballo desbocado ha apeado a Hervías de su lomo, dejándolo a merced de la incertidumbre. Tal y como admiten en Génova, a partir del próximo 1 de abril, el exdirigente de Ciudadanos pasará a ser también ex del PP, cambiando el azul por el negro.