Es oficial. La Asamblea de Murcia ha tumbado la moción de censura de Ciudadanos y PSOE al Gobierno de Fernando López Miras (Partido Popular) gracias a los votos de los tres tránsfugas de Ciudadanos y el trío de expulsados de Vox

La Cámara autonómica ha rechazado la moción de censura interpuesta contra el Gobierno del Partido Popular y del que formaba parte el propio Ciudadanos. La votación, se ha saldado con 21 votos a favor y 23 en contra. Para que ésta se hubiese aceptado, debería haber llegado a los 23 que marcan la mayoría absoluta

La candidata liberal, Ana Martínez Vidal, ha recabado el apoyo de los 17 diputados del PSOE en su conjunto, los dos de Podemos y los restantes de su partido. Los tres tránsfugas de Ciudadanos, como estaba previsto tras la intervención de Teodoro García Egea la pasada semana, se han alineado junto a Fernando López Miras. 

El resultado de la votación, además de evidenciar el clima guerracivilista de Ciudadanos, ha contado con la abstención, como se rumoreaba en los días previos a la sesión, del presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo (Cs).

Pablo Casado y Teodoro García Egea han presenciado su rotunda victoria ante Inés Arrimadas desde el Parlamento. Tanto el presidente como el secretario general del Partido Popular se desplazaron esta mañana hacia tierras murcianas para respaldar a Fernando López Miras y a los que presumiblemente integrarán las listas de la formación conservadora en 2023. 

Se cierra el primer capítulo

El pasado martes, Ciudadanos y PSOE sorprendían tras registrar en la Asamblea de Murcia una moción de censura que resquebrajó por completo el tablero político español. Nadie podía prever los ecos de esta maniobra de liberales y socialistas a escala nacional. 

Aquel fatídico martes a la postre para Ciudadanos, se saldó también con la pérdida del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Una réplica del seísmo que ni Arrimadas ni los defenestrados Carlos Cuadrado y José María Espejo supieron ver y que supuso el inicio de la fuga hacia el Partido Popular. La OPA se puso en marcha sin quererlo. 

El Partido Popular, ante esta amenaza de pérdida de poder territorial, se puso manos a la obra para evitar a toda costa que la moción de Ciudadanos y PSOE cristalizara y, de paso, dar la estocada final al maltrecho partido liberal, que ya llegaba mermado tras la hecatombe de las elecciones catalanas. 

La traición

Lejos de Murcia, en Madrid, Isabel Díaz Ayuso rompía de manera unilateral con su hasta entonces socio de Gobierno, Ignacio Aguado. La presidenta plenipotenciaria, junto a su séquito, disolvió la Asamblea de Madrid y convocó elecciones, fijadas para el 4 de mayo previo paso por los Tribunales tras el contraataque de Más Madrid y PSOE con dos mociones de censura. Otro croché al desfigurado rostro de Ciudadanos. 

Pero las puñaladas seguirían llegando y no sólo vendrían del flamante archienemigo de los naranjas, sino que despertaría un sinfín de cuitas internas que arremeterían contra los cimientos del pacto que Ana Martínez Vidal y Diego Conesa (PSOE) rubricaron aquel martes de marzo, con las firmas de los seis diputados liberales en la Asamblea murciana.

Con Teodoro García Egea como emisario de Casado en tierras murcianas, el Partido Popular removió en la herida de la formación, saltándose el Pacto Antitransfuguismo, y captó a tres diputados liberales dispuestos a atentar contra su propio partido. Tres votos que amarrarían el rechazo de la Cámara a la moción. 

Más madera

Por si la situación estuviera falta de picante, tres diputados díscolos de Vox aportaron su granito de arena a este thriller político. Juan José Liarte, portavoz de los ultraderechistas, atemorizó a los conservadores al inicio de esta semana cuando, en sus intentos por ocultar el sentido de su voto, amenazó el trabajo entre bambalinas de García Egea

"Somos daltónicos. ¿Tenemos que apoyar al PP por ser de la derecha?", espetó Liarte en los prolegómenos de la votación. El emisario de Casado debía intervenir una vez más, hasta tal punto que, según han alardeado en el Grupo Parlamentario de Vox, estos tres díscolos podrían incorporarse en el Gobierno regional.

Ecos en el Gobierno central

Ni Aaron Sorkin (El ala oeste de la Casa Blanca) firmaría un guion con tantos vericuetos como los que se han producido en la política española en apenas una semana. El movimiento de Ciudadanos y PSOE en Murcia y el adelanto electoral de Ayuso en Madrid han desembocado en la salida de Pablo Iglesias del Gobierno

El líder de Podemos recuperó el foco del debate público este mismo lunes, cuando anunciaba, a través de un vídeo, que abandonaba la Vicepresidencia Segunda del Gobierno para aventurarse en la carrera por la Comunidad de Madrid contra Isabel Díaz Ayuso. 

Murcia entró en ebullición, explotó y la onda expansiva arrampló con todo lo que se encontró a su paso. La temporada de esta serie en la que se ha convertido la política española no ha acabado aún. El desenlace está aún por llegar y ya se verá si al guionista que ha escrito este libreto no se le ocurre otro giro de guion más sorprendente todavía.