Yolanda Díaz tiene un problema. La izquierda ha caído derrotada en Extremadura, pero la debacle del partido de Gobierno, lejos de arruinar las aspiraciones a su izquierda, ha abierto un nuevo cisma. Podemos ha resucitado y, aprovechando el retroceso socialista, ha alcanzado los siete diputados. El resultado podría no parecer halagüeño, pero lo cierto es que las de Irene de Miguel partían de los 4 escaños y junto con Izquierda Unida han vuelto a alcanzar las dos cifras. Sumar tiene muchas cosas que pensar y los morados van a apretar.
De Miguel no ha ocultado su alegría al agradecer “haber recibido tanto apoyo y saber que somos la luz y esperanza para la izquierda transformadora de este país”. Un mensaje que ha retumbado de puertas para adentro, pero también más allá. Sumar, que no comparecía en esta cita pero está directamente interpelado por el resultado de Podemos, ha instado al Gobierno del que forma parte a reaccionar. "Si no damos razones a la gente para movilizarse, los reaccionarios se las inventarán para tumbarnos", han trasladado.
La formación creada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha destacado que existe una mayoría de progreso que "puede desequilibrar la balanza", pero, tras la debacle de este domingo, ha matizado que para "activarla" tienen que afrontar el "reto de reconstruir la confianza en un rumbo de progreso, justicia social y democracia que garantice vidas asequibles y dignas". Sobre sus competidores de espacio, los magentas toman nota de la "experiencia” para “llevarla más allá".
Simultáneamente, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha subrayado que las elecciones muestran un PSOE "impotente" que es "incapaz de frenar a esta derecha" tras el crecimiento de PP y Vox en esta comunidad. Por su parte, la número dos del partido y exministra de Igualdad, Irene Montero, ha puesto el foco en que Vox ha experimentado un importante crecimiento en esta convocatoria y ha recriminado a los socialistas su "machismo", "corrupción" y la "inacción social del Gobierno es una fábrica de ultraderechistas".
Cambio de tendencia
Podemos e IU han logrado romper en Extremadura, con su coalición sin Sumar, la tendencia descendente a nivel electoral que arrastraba la izquierda alternativa desde hace seis años, tras los descalabros de las autonómicas y municipales de 2019 y 2023 y los malos resultados del ciclo electoral de 2024. Con una subida notable de tres escaños, el resultado de Unidas por Extremadura se aprovecha parcialmente del hundimiento del PSOE en la comunidad y llega a la horquilla más alta de apoyo que le otorgaban varios sondeos.
La confluencia de ambas formaciones con Alianza Verde cumple el principal objetivo de las direcciones estatales del espacio, que era cortar el achicamiento electoral que venían arrastrando a nivel autonómico, favorecer el cambio del estado de ánimo de sus bases y empezar a relanzar a la izquierda del PSOE para las futuras convocatorias y elecciones generales. También habrá que ver si el buen desempeño en Extremadura tiene impacto en la política de alianzas de los partidos en otras comunidades para evitar la fragmentación electoral.
Las opciones de candidaturas unitarias en la izquierda ahora se antojan complicadas en las próximas citas, sobre todo en Aragón, los primeros comicios en 2026, donde hay conversaciones abiertas para intentar un frente amplio no exenta de dificultades ante recelos y reproches de vetos cruzados. Y es que los planteamientos de pactos electorales no son uniformes dado que Podemos quiere sacar a Sumar de cualquier candidatura conjunta, como pone de condición en Aragón, Castilla y León o Andalucía. Mientras, IU rechaza planteamientos excluyentes y apuesta por frentes amplios con todas las organizaciones, como también anhela Sumar.