Pablo Iglesias (centro), cabeza de lista de Podemos a las elecciones europeas,  junto a Juan Carlos Monedero, saluda a sus simpatizantes tras conocer los resultados electorales. EFE



Después del éxito indiscutible de Podemos en las pasadas elecciones europeas, el reto que tiene la nueva formación es su organización. Según avanzó El País, una reunión de los impulsores de la plataforma con sus bases, en Madrid,  el pasado fin de semana, dejó claro que la tarea es complicada. Hay acusaciones de falta de democracia, advertencia de un “golpe de estado” por parte de un sector para tomar el control que podrían interpretarse como luchas de poder y divergencias sobre la forma de encarar el proceso electoral para elegir el equipo que liderará el congreso fundacional, el próximo otoño, donde se decidirá la estructura del partido y como se articulará la participación asamblearia.

La decisión de unas primarias con listas cerradas
En abril pasado, cuando Podemos aún no contaba con el millón y medio de votos que le dieron las elecciones europeas, una asamblea con representantes de toda España decidió celebrar un cónclave el 14 de junio para plantear el futuro. Los impulsores de la plataforma cambiaron de idea y plantearon organizar unas primarias, pero con listas cerradas, en las que pueden votar los ciudadanos a través de Internet a 25 personas que dirigirán el proceso hasta la asamblea constituyente, que se celebrará en octubre próximo.

Reproches de "falta de democracia"
Según adelantó El País, la asamblea del fin de semana subió de tono y hubo desde acusaciones de "falta de democracia" por parte de las bases hasta enfado de una de las caras más visibles de este movimiento, el profesor Juan Carlos Monedero. El argumento de los críticos es que la dirección recurre al modelo de los partidos tradicionales, de listas cerradas, y, además, protestaron por el escaso plazo que se les dio (seis días) para configurar una candidatura alternativa a la de Pablo Iglesias.

Enfado de Monedero
Monedero llegó a decir, al hacer visible su malestar por la situación, que tal vez en Podemos estén conviviendo modelos políticos incompatibles, y advirtió del riesgo de ruptura entre quienes buscan un “partido viejo basado en el sistema de delegados”, al referirse a los representantes de las asambleas que piden tener un mayor protagonismo, frente a los promotores del proyecto, que, según él, quieren una organización “más abierta”, en la que se pueda participar a través de Internet. Monedero advirtió de que la plataforma corre el riesgo de tener un final como el 15M, “democrático”, pero “inoperativo”.

Un "golpe de estado" desde Izquierda Anticapitalista
Ante los reproches de “falta de democracia” que continuaban haciéndole las bases, Monedero justificó entonces las listas cerradas por la amenaza de un “golpe de estado” en la organización por parte de dirigentes de Izquierda Anticapitalista, que, según afirmó, dieron instrucciones a las bases sobre cómo actuar en la asamblea para hacerse con la organización de la asamblea del pasado fin de semana.

Monedero criticó “la violencia” de algunas intervenciones y llegó a decir que no le “merece la pena estar en Podemos. Lo que me pide el cuerpo es mandar al carajo esta reunión y que os vaya bonito”.

La dirección de Podemos ve la polémica con normalidad
El director de la campaña de Podemos en la europeas, Íñigo Errejón, explicó, al ser preguntado por la polémica asamblea, que esto es “una seña de identidad del movimiento” y que les “enorgullece” que la discusión “se dé a conocer”, porque es una "manifestación de transparencia" que " a la larga fortalece" al movimiento.  Para el dirigente de Podemos, "la decisión de llevarlo a portada" de los medios "es meramente periodística".