La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha fijado el debate de investidura del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, para los días 4, 5 y 7 de enero. Será entonces cuando, previsiblemente -siempre que el Consell Nacional de ERC ratifique la abstención propuesta este lunes por la Ejecutiva Nacional-, el candidato socialista finalice su etapa en funciones y la legislatura se desbloquee tras un año de repeticiones electorales y fuego cruzado.

Pese a que los apoyos todavía no son fijos y son muchos los partidos que han decidido no posicionarse todavía y exigir un trato bilateral antes de facilitar la investidura, la elección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno se vislumbra más cercana.

Este lunes fue un día clave. Tres fueron los episodios que mantuvieron, en pleno 30 de diciembre y con la navidad sobre los hombros, al país pendiente de los últimos pasos que se daban en Madrid y Barcelona: a mediodía, PSOE y PNV alcanzaban un acuerdo para que los vascos dieran el ‘sí’ al candidato socialista; poco más tarde, a las 17 horas, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, rodeados de sus respectivos equipos, se fundían en un abrazo tras rubricar el primer programa para un Gobierno de coalición de la historia de la democracia española; y, finalmente, tras más de tres horas de reunión, la portavoz de ERC Marta Vilalta comparecía y abría las puertas de la abstención siempre que el Consell Nacional de la formación, convocado el próximo 2 de enero,  lo ratificase.

A escasas horas de que finalice el año, la derecha se ha levantado contra su homólogo por aprovechar las fechas navideñas para pactar a escondidas con sus socios de Gobierno. Mientras tanto, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, respondía tajante a las críticas: “El que quiera investidura puede dedicarse a otra cosa”.

Por el momento, PSOE y Unidas Podemos cuentan con 163 ‘síes’ asegurados sumando a PNV y Más País a sus aspiraciones. PRC, Teruel Existe, BNG, NC y CC siguen trabajando en busca de un acuerdo favorable a los intereses de las dos partes. Paralelamente, EH Bildu somete la abstención a decisión de su militancia y alarga así el anuncio oficial.

El candidato, visiblemente tranquilo y sometiéndose de nuevo al plebiscito de la Cámara, pidió al resto de fuerzas que avanzaran. Lo hizo escoltado de Pablo Iglesias, que agradeció el trato recibido por parte de los plenipotenciarios socialistas enviados a las negociaciones y describió como “un honor” que Sánchez sea el próximo presidente del Gobierno.