Tras un año de tiras y aflojas por la gestión de la pandemia del coronavirus, el matrimonio de convivencia entre Partido Popular y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid saltaba por los aires este miércoles por el efecto dominó que provocaba la moción de censura presentada por los naranjas y el PSOE en la Región de Murcia contra el gobierno de Fernando López Miras.

Un divorcio que se escenificaba en vivo y en directo. “Si no tomo esta decisión, Ciudadanos y el PSOE hubieran presentado una moción de censura […] No puedo permitir que Madrid pierda su libertad”, señalaba Isabel Díaz Ayuso. “Escucho con estupor a la presidenta en su rueda de prensa. Miente. Qué irresponsabilidad, por favor”, replicaba Ignacio Aguado a través de Twitter. “No ha estado a la altura del cargo”, criticaba el ya exconsejero de Transporte, Movilidad e Infraestructuras de la región, Ángel Garrido.

Un trágico final que en Ciudadanos achacan a Ayuso, a su asesor Miguel Ángel Rodríguez, y a sus deseos de acumular más poder. Por ello, según ha podido saber ElPlural.com de fuentes naranjas, el partido que lidera Inés Arrimadas ya ha armado un plan para darle la vuelta a la situación y conseguir vengarse de la presidenta madrileña. Un objetivo para el que han fijado una serie de claves.

La primera premisa es que Ignacio Aguado sea el candidato de Ciudadanos en las elecciones del próximo 4 de mayo, en el caso de que se celebren –el TSJM ha habilitado este fin de semana para tomar una decisión sobre los comicios-. Y el ya expresidente autonómico ha dado este viernes el primer paso, confirmando que se presentará a las primarias de los naranjas para presidir la región (de momento no tiene rival para el proceso, aunque han sonado los nombres de Ángel Garrido y Begoña Villacís). “Si los afiliados quieren, seré el candidato a presidir la Comunidad de Madrid”, ha señalado el dirigente naranja en una entrevista con EFE.

Además, Aguado tiene en su haber que cuenta con el apoyo no solo de Arrimadas, sino de la gran mayoría de afiliados y diputados de Cs en la Asamblea de Madrid.

Una vez superado este trámite, Aguado pretende rodearse de su equipo de confianza para elaborar una lista cerrada y blindada para que no se produzcan sorpresas como las que han ocurrido en la Región de Murcia, donde tres diputados naranjas han protagonizado un nuevo tamayazo, frenando la moción de censura contra López Miras.

Vital llegar al 5% de los votos

Otra clave para consumar esta venganza es que, si finalmente se celebran las elecciones autonómicas el próximo 4 de mayo, Ciudadanos no se hunda por debajo del 5% de los votos –de hacerlo, se quedarían sin representación parlamentaria y perdería 26 escaños en dos años-. No obstante, los naranjas se muestran optimistas y creen que el hecho de que la Comunidad de Madrid sea una circunscripción única y que haya un espacio electoral muy diverso les da bastantes posibilidades de resistir y no desaparecer de la Asamblea de Madrid.

Si se diera este caso, con toda probabilidad la suma de Partido Popular y Vox volvería a necesitar de Ciudadanos para gobernar. Una ecuación que los naranjas no verían con malos ojos volver a formar, aunque exigirían dos demandas: que la extrema derecha no entrara en el Gobierno (no es ningún secreto que la formación ultra y Cs nunca se han llevado bien), y que el Ejecutivo madrileño no lo encabezara Ayuso. Fuentes de Ciudadanos explican a este medio que estos dos requerimientos sería una línea roja en las negociaciones, y que para lograrlo estarían dispuestos incluso a quedarse ellos también fuera del Gobierno.