Desde que Pedro Sánchez “desalojara” a Mariano Rajoy de La Moncloa en los albores del mes de junio, el Partido Popular se ha sumido en una crisis profunda. La llegada de Pablo Casado, más que cerrar heridas, las ha reabierto y con extrema virulencia, hasta tal punto de que Alberto Núñez Feijóo amenazó al líder genovés con montarle una gestora.

Según cuenta Rubén Amón en El País, Alberto Núñez Feijóo amenazó a Pablo Casado con montarle una gestora, como ya le ocurriera a Pedro Sánchez antes de regresar por la puerta grande y erigirse como presidente del Gobierno. El dirigente gallego, y varios barones, no están de acuerdo con este “regenerado PP” y así se lo han hecho saber al joven líder.

Caos en Génova

El presidente de la Xunta, marianista de pro, no ha conjugado con Pablo Casado. De hecho, Feijóo ha sido de las voces más críticas con la deriva que el Partido Popular ha tomado tras las primarias. De hecho, el pasado martes, con el terremoto en su escala más alta en Génova, el líder gallego reprochó públicamente al presidente del partido su viraje a la derecha.

La situación en el Partido Popular es totalmente desconocida para muchos. No se recuerda una crisis tan acentuada y de tamañas dimensiones. Los 66 escaños, con Ciudadanos pisándoles los talones y la constante amenaza de Vox han desatado la ciclogénesis. Un temporal ante el que Casado ha intentado reaccionar con un volantazo absoluto para salvar los muebles de cara al 26M.

Candidatos 'olvidadizos'

Pero estos muebles no dejan de peligrar. Mientras en Génova hipotecan su futuro con una posible mejoría electoral, varios líderes del Partido Popular se han decidido no incluir las siglas de su formación en los vídeos de precampaña. Casualmente, uno de ellos, ha sido Borja Sémper, crítico convencido con el nuevo PP de Casado.

El candidato a la alcaldía de Álava, el pasado mes de febrero, ya presentó los carteles que cubrirán algunas calles de la ciudad vasca. Lo llamativo de esta propaganda es que no se encuentra ni un mínimo atisbo de las siglas ni del logo del partido. Tan sólo la cara del candidato y un lema que busca la “transversalidad”. Al igual que Xavier García Albiol, que, en su vídeo, no ha incluido las iniciales de su formación, evidenciando el desgaste de la marca.