El pasado martes, la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, forzó un minuto de silencio en memoria de Miguel Ángel Blanco que, a la postre, fue reprendido por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Todos los diputados, incluidos los de Bildu, se sumaron al gesto, pero Oskar Matute, representante de la izquierda abertzale, reprendió este jueves la iniciativa de la conservadora, insinuando que pareció que buscaba una foto con los independentistas vascos “sentados en sus asientos”.

En una entrevista concedida a La Noche en 24 Horas, el parlamentario de Bildu expresó su opinión sobre las motivaciones que impulsaron a Gamarra a tomar esta iniciativa. En la formación abertzale retratan el gesto de la popular y se preguntan “hasta qué punto” las lecturas sobre lo que hacen o no los diputados de Bildu responden a una “ruptura” del guion establecido.

Matute desliza que en el Partido Popular parecía que buscaban una fotografía de los diputados de Bildu en la que “nos quedáramos sentados” y evidenciando una “cierta insensibilidad”. De esta manera, denuncia el abertzale, se mantenía vivo un “discurso de odio” y de “utilización de las víctimas” para engordar una “línea de agresión” contra un Ejecutivo emanado de las urnas del Parlamento. “Están dispuestos a derrocar de cualquier forma”, expuso.

“La realidad es que nuestra posición contra la violencia ha sido muy clara”, continuó Matute, al tiempo que resaltaba el “compromiso” por la paz y por la convivencia en Euskadi de su formación. “Hemos trasladado esa realidad”, arguyó.

“Sentimos su dolor”

Antes de la intervención de Matute en el 24horas, su compañera y portavoz del grupo parlamentario, Mertxe Aizpurúa, lanzó un mensaje a las víctimas de la banda terrorista ETA. En sintonía con la senda emprendida por el líder de la formación abertzale, Arnaldo Otegi, quien admitió que la violencia de ETA nunca debió producirse, Aizpurua ha reiterado sus disculpas y se ha comprometido a mitigar el dolor en la medida de sus posibilidades.

“Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor, y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, que a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo”, destacó.

Y añadió: “Desgraciadamente, el pasado no tiene remedio, sabemos que nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado, pero estamos convencidos de que es posible al menos aliviarlo desde el respeto, la consideración y la memoria de todas las víctimas”.