Felipe González ha advertido en Onda Cero este jueves que no va a consentir que "nadie me mande callar". "Eso no es socialismo", apostillaba. Unas declaraciones que tenían una clara destinataria: Adriana Lastra. La portavoz del PSOE en el Congreso reivindicó la savia nueva de su partido frente a las vacas sagradas, quienes se opusieron al acercamiento a Bildu. La duda que queda ahora es si la diputada socialista mandó callar al expresidente del Gobierno y al resto de la vieja guardia de la formación. 

El exjefe del Ejecutivo se ha mostrado tremendamente duro con la actual portavoz socialista en la Cámara Baja, a la que ha acusado de basarse en un argumento vago y "pobre". “Alguna gente con mi edad tiene una forma de solucionarlo”, ha avanzado Felipe González, quien ha sostenido que su método se basa en “darle la razón la tenga o no la tenga”. Asimismo, ha afeado a los dirigentes del PSOE de dar una respuesta que se aleja del “socialismo democrático”.

González entiende que resulta imprescindible la existencia de “libertad” para esgrimir cualquier opinión y acto seguido ha añadido que no va a permitir que nadie le silencie. “No voy a consentir que me manden callar”, ha espetado el expresidente del Gobierno antes de agregar que esa actitud nada tiene que ver con el “socialismo”.

¿Le mandó callar Adriana Lastra?

Basrtaría con recurrir a la hemeroteca para concluir que el imperativo que le ha dedicado González a Lastra es inexacto, debido a que la diputada socialista no le mandó callar.

La vicesecretaria general del PSOE salió al paso de las críticas de dirigentes históricos del partido tras las negociaciones con Bildu sobre los Presupuestos y la enmienda pactada con ERC para eliminar la mención expresa del castellano como lengua vehicular.

"Siempre escucho atentamente a nuestro mayores, pero ahora nos toca a nosotros -ha zanjado este martes en rueda de prensa en el Congreso-. Somos una nueva generación a la que toca dirigir el país y la dirección del PSOE".

La número dos del PSOE respondió así al ser preguntada por las declaraciones del expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien considera que el PSOE "no comparte nada" con Bildu y que Pedro Sánchez debería tener en cuenta que el partido no es de su propiedad.

Pero el día anterior había sido el exvicepresidente Alfonso Guerra, que en los años ochenta ocupaba el mismo cargo que Lastra en el partido y que tachó de "inaceptables" los acuerdos con Bildu y censuró la posición del partido sobre el castellano como lengua vehicular en la enseñanza.