La última declaración de Pablo Iglesias sobre las críticas e insultos propiciados a Vicente Vallés no han gustado dentro del Gobierno. El vicepresidente segundo pedía ayer "normalizar las críticas" en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros que tiene lugar cada martes. "Creo que la crítica es una cosa normal y propia de las democracias e incluso las cosas desagradables que vemos en las redes sociales y que no nos gustan a nadie también son normales. Y yo no sería partidario de que es se pudiera perseguir", afirmaba.

Además, el líder de Podemos hacía una distinción entre la crítica y el señalamiento hacia los medios por parte de partidos como PP y Vox: "Otra cosa es el señalamiento", añadía Iglesias refiriéndose a los partidos de Pablo Casado y Santiago Abascal y a algunos de los ataques que han lanzado a la prensa.

Estas palabras no han sido bien recibidas por parte de todo el Ejecutivo. Por ejemplo, Carmen Calvo (que ya defendió ayer en la misma rueda de prensa la libertad de prensa) ha vuelto a decir hoy en un acto que ha presidido en Valladolid que libertad de expresión y de información "van unidas" y "son un derecho fundamental de los ciudadanos".

En cuanto a las palabras de Iglesias ha señalado que "esa es su opinión", antes de garantizar que la del Gobierno es respetar el trabajo de los medios de comunicación "tanto cuando les son proclives como cuando no".

Un poco más tajante ha sido Margarita Robles. La ministra de Defensa y Asuntos Exteriores ha reprochado al vicepresidente segundo que "justifique los insultos" a la vez que ha pedido "respeto y tolerancia" hacia los medios de comunicación". "En una sociedad democrática los insultos no pueden ser justificables. Ni en redes, ni en ninguna parte", ha señalado.

A Pedro Sánchez también le han preguntado acerca de las declaraciones de Iglesias. El líder del Ejecutivo ha dicho en la rueda de prensa que ha tenido este miércoles con Giuseppe Conte que  es preferible no valorar las críticas que uno pueda recibir de los medios de comunicación y ha defendido que el Gobierno de coalición "defiende la libertad de prensa". "Hay medios que han hablado bien de mí, otras veces, las más de las veces de forma negativa y a veces muy negativa. Si no he opinado nunca cuando las críticas eran hacia mí no voy a hacerlo ahora", ha afirmado.