Gaspar Llamazares durante una rueda de prensa en el Congreso.
Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida y líder de la corriente de Izquierda Abierta, no se siente traicionado, pero sí parece dolido con la carta de algunos de los miembros de su corriente y Baltasar Garzón pidiendo, en cierta medida, que el PSOE se convierta en abanderado de la izquierda contra los recortes del PP. En una larga entrevista para Público, Llamazares habla de esta “sorpresa”, rechaza cualquier vinculación con el PSOE, al que acusa de ser cómplice del “austericidio” y muestra sus dudas sobre su idea de que Garzón fuese cabeza de lista de IU para las elecciones europeas.
Llamazares asegura que “no conocía el proceso” y critica que El País, el primer medio que informó sobre la carta, hablase del “entorno de Llamazares”. “Lo considero un error político garrafal porque no sólo no contribuye a ese giro a la izquierda sino que consolida a la dirección actual del PSOE (…) que tampoco ha mostrado ninguna voluntad de encuentro con la otra izquierda o la izquierda”.
“Sorprendido” pero no traicionado
Asegura haberse “sentido sorprendido”, pero no “traicionado”. “Habría que considerar que existía una especie de lealtad, pero me da la impresión de que algunos no lo consideran así. Por lo tanto, sorprendido, nada más”.
El PSOE de Rubalcaba
Tras el comunicado de la Ejecutiva de Izquierda Abierta que se desvinculaba del documento, el número tres de los socialistas, Óscar López, les tachó de “anticuados” y aseguró que el PSOE era la única izquierda real. A lo que Llamazares responde que “pobre país si eso fuera así. El PSOE de Óscar López, el de Rubalcaba, no representa a la izquierda real porque ha hecho una política de centro y, a veces, claramente de derechas”.
Otros perfiles de Garzón
Sobre su preferencia por Garzón, que firma la carta aunque Llamazares pone en duda que su apoyo fuera real, el diputado dice “que dentro de las candidaturas tenía que haber gestos hacia determinadas preocupaciones de los ciudadanos y creo el perfil de Garzón responde a dos perfiles que son la lucha contra la corrupción y la Memoria”. Sin embargo, reconoce que hay gente que dice que el exjuez “tiene otros perfiles, pero si nos ponemos exquisitos no hay ni regeneración ni frente amplio”.
Zancadilla
Eso sí, reconoce que la unión de los nombres de Garzón y Llamazares “probablemente” le haya perjudicado y “me haya equivocado en personalizar”. “Esta zancadilla no deja de ser un traspié para el propio Garzón, porque ahora puede parecer más un candidato de parte del PSOE que un candidato de consenso, o de parte del ciudadano”, afirma el diputado.
