Esta nueva provocación de Wert llega, además, en plena oleada de protestas de padres y alumnos por los recortes en educación. Después de tachar a los padres de "irresponsables" por convocar una huelga 'ilegal' en la enseñanza (desde el PP se sostiene que ni padres ni alumnos tienen una relación laboral con la administración y por tanto, no están legitimados para convocar una movilización de este tipo), ahora el ministro no se le ocurre otra cosa que decir que aumentar la inversión en la enseñanza no mejora el rendimiento escolar.

A este paso, se está convirtiendo en la estrella de los lenguaraces ministros de Rajoy y es que sus ocurrencias, no tienen límites. Se estrenó en el cargo, cargando contra el supuesto adoctrinamiento de la asignatura de Educación para la Ciudadanía leyendo una cita de un inexistente manual de la asignatura y que en realidad era un ensayo crítico contra la asignatura desde planteamientos de izquierda. Como expusieron sus autores, nunca tuvo intención de ser homologado pero eso al ministro le dio igual.

No sólo no pidió disculpas por la metedura de pata sino que, con su estilo arrogante que despliega desde que llegó al Gobierno, justificó lo injustificable apelando a que nunca había dicho que se tratara de un libro de texto.

Poco después aseguró, con un par, que los profesores, con Zapatero, podía aprobar la oposición de francés "sin hablar frances". Nada más lejos de la realidad. También confundió el Tribunal Supremo de EEUU con el Tribunal de Apelación de Atlanta.

Más reciente está su afirmación de que había que "españolizar" a los alumnos catalanes, o negar que se hubiera aumentado el número de niños por clase: se ha "fexibilizado", dijo. Provocó una gran indignación cuando vino a decir que los jóvenes Erasmus más que estudiar se dedicaban a disfrutar de unas vacaciones en el extranjero. También la lió cuando justificó el aumento del IVA del material escolar diciendo que "nadie puede decir si un cuaderno lo va a usar un niño de sexto de Primaria o un arquitecto que tiene su estudio".

En febrero de 2012 defendió en la Comisión de Educación del Congreso que la enseñanza de 0 a 3 años no era tal sino "básicamente conciliación". Sorprendente argumento de un ¡ministro de Educación! Claro que este experto en docencia también justifica que se den subvenciones a los colegios que discriminan alumnos por sexo o que haya dicho que “la selectividad no funciona porque la pasan el 94% de los alumnos".