El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi fue desterrado de la política durante seis años tras haber sido condenado por fraude fiscal, pero en su partido, Forza Italia, todavía confían en que pueda concurrir como cabeza de lista a las elecciones europeas del próximo mes de mayo. Y en ese intento cuenta con la ayuda de Ana Palacio, exministra de Asuntos Exteriores bajo el mandato de José María Aznar, amigo y viejo aliado de Berlusconi.

Apelando al derecho de los votantes
Así al menos lo aseguran medios italianos como La Repubblica, donde anuncian que Palacio será la encargada legal de Berlusconi a la hora de presentar este miércoles un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos Estrasburgo. El recurso en cuestión, según recoge El Mundo, estaría apoyado por 10.000 votantes de Forza Italia para reforzar el argumento de que si Berlusconi no es el candidato electoral de ese partido se estaría violando el derecho de todos sus simpatizantes.

El PP ya fue clave en la proyección europea de Berlusconi
Berlusconi ya le debe algunos favores al PP, pues fueron sus amigos Aznar y el yerno de éste Alejandro Agag los que le abrieron la puerta del Partido Popular Europeo a lo que se oponían los democristianos italianos por sus casos de corrupción. Así lo explica el periodista Pascual Serrano: "Berlusconi necesitaba ese ingreso para borrar su imagen de empresario corrupto metido en política para evitar la cárcel. Entrar en el PPE era vital para ser respetado entre los conservadores europeos, barrer a la atomizada derecha italiana y ganar las elecciones".