Al presidente del PP, el pasado de su partido, del que dice que no va con él ni con el partido de hoy, le vuelve una y otra vez con tenacidad. Si no tenía bastante con el asunto Kitchen, que implica a la cúpula de Interior presidida por el muy beato Jorge Fernández Díaz; el caso Bárcenas y los papeles de la caja negra de Génova,13 han venido a sumarse a la pesadilla. Mientras, Vox le acosa en Cataluña, en donde parece que el PP tendrá poco que rascar en las elecciones del domingo próximo.

Parece evidente que las cosas empezaron a ir a peor con el anuncio de Luis Bárcenas de que tenía mucho que decir sobre quienes habían percibido sobresueldos irregulares, un tal M. Rajoy entre otros. Pero, ahora han tomado tintes de pesadilla a raíz del descubrimiento de que Enrique López, que ahora forma parte de la cúpula del PP como secretario de Justicia e Interior, propició en 2017 un encuentro entre un empresario amigo de Bárcenas y amigo también del propio López, con Jesús Santos, ex fiscal y abogado defensor del PP.

Enrique López, que además es consejero de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid, mano derecha de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha reconocido que hizo esa gestión, aunque “la hizo por amistad”. Sin más.

Olvida el magistrado, reconvertido en político, la parte ética del asunto. Propició el encuentro siendo juez en activo en la Audiencia Nacional cuando se estaba en pleno proceso de la primera pieza de la trama Gürtel que inevitablemente se relacionaba con la Caja B del PP y sus beneficiarios. De hecho, de ahí salió la sentencia en la que tanto Luís  Bárcenas como su mujer, Rosalía Iglesias, resultaron condenados con sendas penas de prisión.

A Pablo Casado la estrategia de sostener con contundencia que su PP no es el PP de antes, es decir, el de los corruptos, se le desmorona como una castillo de naipes por culpa de López. Porque este juez ha sido habitual de la fundación FAES, que preside José María Aznar, en varias decenas de jornadas. Fue nombrado a instancias del PP vocal del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. Ahora, que ha abrazado abiertamente la causa popular, negocia en nombre del PP la polémica renovación del Consejo General del Poder Judicial, de mayoría conservadora, que lleva dos años en funciones.

Después de ese proceloso recorrido, a la vista está que Enrique López es el cordón umbilical entre el PP de Aznar, el de Rajoy y el de Casado, además de haber puesto en cuestión su independencia como juez.