LaSexta ha sometido a debate entre la opinión pública la figura de Juan Carlos I. Las presuntas irregularidades que se le atribuyen al monarca emérito, aún en su exilio en los Emiratos Árabes Unidos, han generado una fractura en la sociedad, pero también ampliado las líneas de discusión en torno a la figura del ex jefe del Estado y de la propia Casa Real. Estas divisiones, según el barómetro de la cadena de Atresmedia, se han trasladado a los votantes del Partido Popular, que en su mayoría se decantan por exigirle explicaciones al padre de Felipe VI y un 43% de ellos cambiaría los términos de la inviolabilidad del Rey.

¿Cree usted que debería modificarse la inviolabilidad del Rey?”. Una pregunta que se incluye en el barómetro de LaSexta sobre los escándalos que han envuelto a la figura de Juan Carlos I en los últimos años y cuyos resultados podrían sorprender, según el espectro ideológico objeto de estudio.

Si se acude al flanco izquierdo, los guarismos registrados son previsibles y los esperados. Los votantes de Unidas Podemos son prácticamente unánimes en su respuesta afirmativa a la pregunta formulada (94,4%). Tan sólo un 5,6% de los electores morados no remodelaría la condición de inviolable del jefe del Estado.

Los porcentajes se estrechan entre los votantes del PSOE, aunque en su mayoría también se decantan por una modificación del aforamiento del Rey. Hasta un 82,2% se mostraría favorable a la intervención constitucional en este ámbito particular, por un elevado 17% que no entraría en ese ámbito y lo dejaría como está.

La sorpresa salta en los sectores de derecha y centro-derecha, representados por el Partido Popular. Los votantes conservadores, en su mayoría, no cambiarían el carácter inviolable que la Constitución otorga al jefe del Estado, pero los márgenes entre el ‘’ y el ‘no’ se reducen hasta límites insospechados. Tanto es así, que cuatro de cada diez electores del partido de Casado se muestran favorables a una modificación. Una fragmentación que no ocurre con sus ‘socios habituales’ de Vox, quienes en su mayoría (72%) se oponen al cambio.

En términos totales, sin distinción ideológica, los españoles abogan por una reforma (66,8%) constitucional que cercene o al menos retoque la inviolabilidad del máximo representante de la Casa Real y, por ende, del jefe del Estado en particular. En cuanto a la segmentación por sexos, las respuestas son prácticamente idénticas, con una ligera diferencia en cuanto al porcentaje de mujeres que apoyaría el cambio frente al de los hombres (64,5% frente a 69%).

Explicaciones a la ciudadanía

Los españoles lo tienen claro: Juan Carlos I debe exponer su versión ante el pueblo. Un amplio 75,8% estima que los españoles consideran que todos sus escándalos son merecedores de una explicación pública, ajena a cualquier testifical enjaulada en sede judicial.

En cuanto al sesgo ideológico, los porcentajes siguen tendencias similares a los de la cuestión anterior: cuasi unanimidad en la izquierda y dudas en la derecha. Tanto los votantes socialistas (94,7%) como los de Unidas Podemos (97,2%) creen que el Emérito debe una explicación a sus otrora leales súbditos.

La sorpresa salta, como en el anterior apartado, al desplazarse hacia la derecha en el abanico ideológico. En primer lugar, la división persiste entre los votantes del centro-derecha y conservadora, pero la balanza se decanta en favor del ‘sí’. Cinco de cada diez electores del Partido Popular reclaman al padre de Felipe VI que esclarezca sus actividades en el pasado.

División en cuanto a su regreso

El escenario se invierte en cuanto se pregunta a los encuestados por la vuelta del Emérito a tierras españolas. La derecha defiende que ha de volver, mientras que la izquierda se manifiesta en contra del retorno a su tierra, aunque no a Zarzuela precisamente. Un 66,5% de los socialistas aboga por su permanencia en los Emiratos, al menos por el momento. Un porcentaje similar al 73,6% de los electores de Unidas Podemos.

 

 

Siete de cada diez votantes conservadores ocupan la postura contraria a los electores de izquierdas. Unos números que se amplían si se pregunta a los simpatizantes ultraderechistas (95,7%). Estos porcentajes decantan el debate hacia el “” al regreso del Emérito a España, aunque la división es evidente entre el pueblo español.