Conseguir sacar adelante la reducción de la jornada laboral sigue siendo uno de los retos más difíciles de superar para Yolanda Díaz en esta legislatura. Esta semana volvía a chocarse con un muro en la consecución de este objetivo, cuando veía que la votación en el Congreso de los Diputados no salía adelante después de que Junts anunciara horas antes que no iba a apoyar esta iniciativa. 

Díaz veía, de nuevo, cómo tendría que volver a iniciar un proceso de negociaciones con el que tratar de obtener los votos necesarios para que se apruebe este cambio en el modelo de jornada laboral, al mismo tiempo que la cuerda entre la coalición de Gobierno y Junts se tensaba en una nueva ocasión tras la negativa de los catalanes. De hecho, la vicepresidenta segunda cargaba contra la formación catalana acusándolos de haber llevado a cabo un "chantaje" y aprovechar el interés de los de Sumar por lograr este cambio para introducir en las negociaciones exigencias que resultaban muy distintas a aquello que se estaba tratando. Junts no ha tardado en responder a Yolanda Díaz tras estas acusaciones y su portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras, asegura que la vicepresidenta segunda no está contando la verdad.

Así, desde la formación política independentista catalana apuntan a haber mostrado sus intenciones en los procesos de negociación desde un primer momento y recalcan su visión de que, con esta propuesta de reducir la jornada laboral, se hubiera llevado a un incremento de las penalizaciones a PYMEs y autónomos, observando que el Gobierno «no quiso atender» a los planteamientos que propusieron. No solo eso, sino que horas antes de debatir esta propuesta en el Congreso de los Diputados, Nogueras se mostraba muy incisiva asegurando que "algunos están en una posición muy fácil que es defender el lema de trabajar menos y vivir más. Piensan que eso les da más votos pero en realidad lo que hacen es hipotecar el futuro de todos porque no explican quién va a pagar todo esto. Nosotros decimos que lo van a pagar los de siempre", encontrando una falta de intención en adaptar la propuesta a la diversidad empresarial del país. 

Desde Sumar se ha mostrado un profundo descontento con Junts, si bien, restan importancia a este suceso y exponen que no creen que pueda surgir un conflicto que pueda alterar la estabilidad del Gobierno o futuras votaciones. Para ello, en el Ministerio de Trabajo traen el recuerdo de los últimos momentos de la intervención de Yolanda Díaz en el Congreso, haciendo referencia a las palabras en las que tiende la mano a Nogueras para volver a iniciar la negociación, de la cual estaba segura se iba a volver a dar, y, tratar, de esta manera, de obtener los "sí" necesarios para impulsar la iniciativa.

Si bien, esto es algo que choca ante la hostilidad que se pudo observar en la primera parte de su intervención en el Congreso, así como en la manera con la que ha cargado en una entrevista contra la formación política catalana. Así, subrayaba que las conversaciones mantenidas en relación a este proyecto no llegaron a buen puerto pues se negaba a aceptar reclamaciones de los catalanes que, según ella, habrían cambiado la idea principal de la propuesta y que, además, habría provocado que los partidos de la izquierda se opusieran. 

Desde el ministerio desde Trabajo han indicado que en los condicionantes que los catalanes pretendían introducir en las negociaciones no había nuevos elementos, pero que sí existe un contexto en el que la relación que Junts viene manteniendo con el Gobierno suele encontrar en muchas conversaciones algunos de los asuntos más claves que se han dado en esta legislatura, siendo algunas de las principales reclamaciones de Junts: la vuelta a España de Carles Puigdemont y la oficialidad del catalán en Europa. Asuntos que, según Díaz, han aparecido en la negociación de la jornada laboral y contaminado el proceso.

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