Diferentes rostros del Gobierno de España han alertado de la violencia de la “minoría de transportistas” que están haciendo el paro patronal y ya han producido efectos en la cadena de suministros de sectores como la industria, el comercio y el agroalimentario. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reaccionado este viernes desde Roma a la violencia que se está produciendo en este paro que comenzó el pasado lunes. Además de señalar que se debe dar una respuesta común al aumento de los precios de la energía y el gas porque se trata de un problema europeo que no puede ser respondido “de 27 maneras distintas”, Sánchez se ha mostrado “abierto al diálogo” en todo momento con los transportistas que participan en el parón.

El paro de transportistas en distintos puntos del país ya ha generado estragos en los sectores alimenticios y de primeras necesidades. Es por esto por lo que el presidente del Gobierno ha destacado que la exigencia de su Ejecutivo es “garantizar el orden público”: “El Gobierno debe garantizar que transportistas, distribuidores, proveedores y consumidores tengan todas las garantías para que el día a día se pueda hacer con toda la normalidad posible. La minoría, en algunas ocasiones, está actuando con violencia, por lo que llamo a la responsabilidad porque no hemos buscado esta guerra”.

“Nosotros llevamos desde el año pasado en un diálogo constante, casi diario, con las asociaciones del sector, un diálogo que está abierto y, gracias a ello, logramos un acuerdo en diciembre cuando se planteaba por el sector un paro que finalmente no se llevó a cabo como consecuencia de un acuerdo importante”, ha afirmado.

Ante este paro, al que no se han sumado las grandes patronales, Sánchez ha pedido “empatía” y que no se “caiga en una dinámica de violencia que contravenga la convivencia”. “Lo importante es garantizar que productores, distribuidores, transportistas y consumidores tengan toda las garantías, que la economía se pueda realizar de la manera más normalizada posible”. También ha reiterado que se debe “garantizar el orden público ante determinadas conductas”, que tilda de “vandálicas cuando no violentas”.

Por su parte, Raquel Sánchez, ministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, ha insistido en que la ultraderecha está alentando estas movilizaciones violentas. La ministra ha asegurado que "desde luego, detrás de las movilizaciones violentas hay una parte de la ultraderecha" que las "está alentando", lo que califica de “inadmisible”. “Vamos a ser contundentes, que esas situaciones no se produzcan”, ha insistido.

Además, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha señalado ante la posibilidad de negociar con los transportistas que participan en el paro que el Gobierno “nunca se niega a sentarse con nadie, pero no puede ser rehén del chantaje que puedan estar produciendo determinados colectivos”.

Montero ha resaltado que, a su juicio, “no está siendo un paro, sino un boicot”, que cree que “aprovecha” la ultraderecha, y ha advertido de que “quienes están impidiendo que los productos lleguen” a destino, “le están haciendo el juego a Putin” que busca “la inestabilidad en el conjunto de los países europeos”. También ha insistido en que “hay que mantener el sentido común, la interlocución con aquellos que realmente han querido tener una actitud de diálogo, de pacto y de acuerdo y no hacerle el juego a los que quieren simple y llanamente hacer ruido, desmovilizar, provocar inestabilidad y, desde mi punto de vista, un acompañamiento envidiable a la estrategia de Putin”.

Tal y como informó ElPlural.com, uno de los portavoces autorizados del colectivo convocante del paro, José Fernández, defiende a Rusia y llama “nazi” a Zelenski. En declaraciones a este medio, Fernández amenazó con “paralizar el país” y “desabastecer las gasolineras”

Acciones violentas en los piquetes

A lo largo de la semana se han sucedido diversas acciones violentas en los diferentes piquetes informativos que han provocado que la patronal condene con rotundidad los actos de bloqueo que se producen para provocar perjuicios en la cadena de suministros de sectores como la industria, el comercio y el agroalimentario.

En gran parte del territorio de España se han producido boicots contra los que sí han decidido trabajar. Por ejemplo, un centenar de transportistas y unos 50 camiones -según cifras de la Guardia Urbana de Barcelona- se han movilizado este viernes en la Zona Franca de Barcelona con motivo del paro indefinido de transportistas.

También se ha atacado a numerosos camiones mediante el lanzamiento de piedras y el lanzamiento de objetos pesados a las lunas de los vehículos. El pinchazo de las ruedas y las amenazas también se ha convertido en la tónica habitual de un paro convocado por la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías.