El enfrentamiento entre el Gobierno socialista y la oposición ha vuelto al tono habitual en las sesiones de control en el Congreso de los Diputados, aunque con un acento diferente. El Ejecutivo ha cambiado el carnero de ariete y, en vez de usar la cabeza de Isabel Díaz Ayuso ha enfundado la del andaluza Juan Manuel Moreno Bonilla para reprochar al Partido Popular “privatización del Estado del Bienestar” para entregar la educación y la sanidad a los “negocietes de sus amigos”. Un ataque cargado con la munición del rechazo a los fondos públicos de la Junta de Andalucía para crear 20.000 plazas en guarderías públicas.

La encargada de sacar a relucir la bandera andaluza ha sido la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en respuesta a la pregunta de la secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, que le ha reprochado que “sigue sin explicarnos en qué consiste el cuponazo separatista”. “Tanto hablar de transparencia y ni tan siquiera han hecho público su acuerdo con Esquerra Republicana de Cataluña, bien es cierto que es indefendible”, ha criticado Gamarra.

Montero ha respondido a la acusación catalana reprochando al PP que “se sentía más confortable con una Cataluña en llamas, que con la situación que tenemos ahora con un presidente socialista. Ustedes hubieran preferido siempre que Puigdemont hubiera sido presidente de la Generalitat y es lo que ustedes están intentando por todos los medios ocultos”. La dirigente socialista ha tachado de “bulo” la acusación de ocultismo y ha defendido que el pacto del PSC con ERC “está publicado y usted, a estas alturas, después de varias preguntas, se lo podía haber leído”.

"Negocietes de amigos"

La vicepresidenta del Gobierno ha reprochado al PP no tener un proyecto para España y que su único proyecto “consiste en manifestarse incompetente para gestonar los servicios públicos”. “Dijo el presidente de la Junta [de Andalucía] que estaba al límite y que no podía hacer más en la Sanidad y la Educación que se deterioran en Andalucía, mientras anunciaba en paralelo regalos fiscales a los de siempre, a los más ricos, a los más poderosos, renunciando a las plazas de 0 a 3 años, porque, según el señor [Juan] Bravo, en Andalucía sobran 20.000 plazas públicas de educación infantil”.

“Con el Estado del bienestar no se negocia”, le ha reprochado Montero ha Cuca Gamarra. “¿Puede usted explicar por qué entonces están privatizando los servicios públicos sanitarios, los educativos y todos aquellos que tienen que ver con el Estado del bienestar? Para favorecer los negocietes de sus amigos”. “España tiene el recuerdo reciente de lo que hicieron ustedes cuando gobernaron con el Estado del Bienestar: demolieron la sanidad pública, la educación pública, de manera que todavía estamos intentando recuperarnos”.

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