Fijar la fecha concreta en la que Alberto Núñez-Feijóo se coloca en el andén para valorar si se sube al siguiente tren con destino Madrid es imposible. Desde la capital aterrizó en Galicia en el año 2003, dejando atrás la jefatura de Correos para competir por la sucesión de Manuel Fraga. Sin embargo no tardó en acompañarlo la sospecha de que había reservado un billete de vuelta. A pesar de que el tiempo fue desmintiendo esa percepción, la llegada de Pablo Casado a la presidencia nacional del PP levantó numerosas críticas entre las bases y los barones territoriales. Pese a haber conseguido formar gobierno en Andalucía, el discurso radical del joven líder, con guiños contantes a la extrema derecha de Vox, ha traído como consecuencia el peor resultado de la historia del Partido Popular.

De los 137 escaños conseguidos en las elecciones del 2016, el PP de Casado tan solo ha conseguido 66. Al mismo tiempo que dentro del PP ya se empieza a hablar de refundación, muchas miradas se centran en el presidente gallego. La “vía Feijóo”, para liderar el partido a corto plazo estaría de nuevo encima de la mesa. Pero esta vez sin demasiado margen para las sorpresas, ya que el jefe del ejecutivo autonómico reconoció el día de su renuncia a ser candidato a la presidencia del PP nacional que, si se le hubiera brindado la ocasión de concurrir en 2020, se habría puesto "a disposición del partido". Del mismo modo, también apostilló que "si esta posibilidad se produce en el año 20, soy político, me gusta la política y el mayor honor que puedo tener como militante del PP es presidir el PP en España".

Feijóo pierde el feudo de la derecha en Galicia

Sin embargo a pesar de ser el líder más valorado en el seno de su partido, el PP gallego con Feijóo al frente, ha obtenido también su peor resultado en unas elecciones generales. Su suelo electoral hasta ahora estaba en el 37% y ahora no ha llegado al 28%. Los socialistas gallegos logran 10 de los 23 diputados en liza, 4 más que en los comicios del 2016; mientras que los populares pierden 3, ya que pasan de 12 escaños a 9. El resto de parlamentarios se reparten a partes iguales entre En Común-Unidas Podemos y Ciudadanos, que consiguen 2 representantes cada uno. Con estos resultados el PSOE gallego consigue romper 40 años de victorias ininterrumpidas de la derecha en cualquier elección en Galicia.

La paradoja está servida. El líder más valorado en el Partido Popular tras haber perdido el feudo gallego del PP después de cuatro décadas, puede aguardar expectante a subir a un avión para irse a Madrid. Desde Santiago.