Tardó en llegar, pero lo hizo. El bloque de la investidura aparcó sus diferencias y desbloqueó, el pasado 14 de abril, la ansiada Ley de Vivienda. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu y Unidas Podemos acordaron la retirada de todas sus enmiendas de cara al pleno del Congreso de este jueves, que empaquetará el articulado con dirección al Senado. Sin embargo, los morados anunciaron el lunes la incorporación de una enmienda para poner coto a los apartamentos turísticos en zonas de vivienda tensionadas al 2% del número de habitantes en dicha área. Esta medida abre una nueva brecha con sus aliados, sobre todo con el PSOE. Tanto en público como en privado, pese a no esclarecer si la respaldarán o no, los socialistas han catalogado la propuesta del socio minoritario de la coalición como una suerte de maquillaje al tratarse de un asunto que es competencia directa de las Autonomías. “No creo que no lo sepan”, señalan con ironía en Ferraz.
En la comparecencia de prensa de los lunes, el coportavoz de la formación morada, Pablo Fernández, expuso las líneas maestras del golpe de timón de Podemos. El objetivo de la enmienda pasa por evitar que grandes tenedores y fondos buitre esquiven la legislación en las zonas tensionadas, amparándose en la retirada de viviendas del “mercado residencial” para dedicarlas al “alquiler turístico”. “Aprovechemos estos últimos días antes de la aprobación definitiva para incluir la regulación de los pisos turísticos”, animaba por su parte la ministra de Derechos Sociales y líder del partido, Ione Belarra; al tiempo que aireaba la amenaza de la “patronal inmobiliaria” para justificar la imperiosa necesidad de enmendar el articulado original. “Buscarán cualquier subterfugio o pequeño matiz para incumplirla”, prosiguió.
La “voluntad” de los morados, tal y como explicó Fernández, es el registro de una enmienda transaccional. Consideran “fundamental” establecer coto a los pisos turísticos y atajar el problema. Para ello, necesitan el apoyo de sus aliados, a quienes han emplazado a avanzar “de aquí al jueves” para introducir esta modificación a contrarreloj. Un cambio que, a priori, no tendrá demasiado recorrido, a juzgar por los posicionamientos de los grupos de izquierda.
Nueva brecha en Moncloa
Las intenciones de Podemos no han cuajado en el espectro izquierdo del arco parlamentario. El bloque de la investidura no ha mostrado predisposición a aceptar la transaccional de los morados, máxime cuando ellos mismos acordaron con ERC y EH Bildu la supresión de todas las enmiendas para desbloquear, de una vez por todas, la Ley de Vivienda el pasado 14 de abril tras dos años de intensas conversaciones que condenaron al articulado a coger polvo en un cajón de la Carrera de San Jerónimo.
"Planteamos que la Ley de Vivienda pueda limitar las plazas de alquileres turísticos en zonas tensionadas a solo un 2%".
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No hay representante de cualquiera de los grupos de izquierdas del arco parlamentario que niegue la necesidad de controlar los pisos turísticos, pero no con la votación del articulado en el horizonte más próximo. En Ferraz no han recogido el guante de sus socios de Gobierno. De hecho, sin esclarecer categóricamente el sentido de su voto, han desechado la idea, justificando que se trata de un aspecto que no puede ser regulado con una ley estatal porque las competencias residen en las comunidades autónomas.
La “voluntad” de los morados es el registro de una enmienda transaccional que ponga coto a los pisos turísticos
Así lo trasladó el lunes Pilar Alegría, portavoz del PSOE, en rueda de prensa desde el cuartel general de Ferraz. La propuesta de los morados no solo salta por encima de las competencias autonómicas, sino que también reabre una negociación que ya estaba cerrada y bien superada. La dirigente no negó la “voluntad” de su formación para regular los pisos turísticos, que incluso subraya que el “compromiso” del partido es inequívoco. No obstante, recordó que el control de las viviendas vacacionales queda recogido en el programa marco municipal que aprobaron en el cónclave de Valencia, los pasados 15 y 16 de abril.
En cualquier caso, la portavoz no expresó una negativa clara, sino que trasladó que el PSOE siempre “escucha e intenta trabajar” con todos los grupos que presentan enmiendas en la Cámara. No obstante, subrayó que en el momento de legislar hay que ser “conscientes” de no centrar el foco del debate en cuestiones ajenas a la competencia estatal, amparándose en el “respeto” que ha de prevalecer sobre el resto de las administraciones territoriales.
En privado, dirigentes socialistas se atreven a catalogar la enmienda como cosmética. En Ferraz creen que los morados buscan un golpe de efecto de cara al 28 de mayo y “sacar la cabeza”. De hecho, algunas voces autorizadas le colocan el adjetivo de “electoralista”. “No creo que no sepan que es competencia de las autonomías”, ironizan en el cuartel general del PSOE.
Moncloa y Ferraz insisten en que no se puede regular por una ley estatal porque invade competencias: "No se puede. Se les explicó en su momento"
Con un grado similar de sarcasmo despachan el asunto en altas instancias gubernamentales. Fuentes de Moncloa, con peso en las negociaciones por Vivienda, remarcan que una ley estatal no tiene potestad para inmiscuirse en cuestiones ajenas a sus competencias. “No se puede. Ya se les explicó en su momento”, percuten estas voces monclovitas, al tiempo que rechazan que se trata de una falta de “voluntad política”. Esgrimen, en consecuencia, que aceptar la transaccional cargaría de argumentos al Constitucional en un más que previsible recurso de la derecha, que “les darían la razón”.
ERC y EH Bildu hablan de electoralismo
La postura del PSOE también es compartida en privado y público por los socios nacionalistas, que apuntan a una suerte de motivación electoralista de los morados para presentar ahora esta enmienda. Una propuesta de cambio en el articulado que abre de nuevo la puerta a las negociaciones con el texto de la norma ya cerrado y a tan solo unos días de que vea la luz en el Congreso.
Fuentes del grupo parlamentario de ERC critican que los de Unidas Podemos no hayan “movido un dedo” durante todo el proceso de diálogo de la norma en relación a la regulación de los pisos turísticos mientras su diputada e interlocutora de la formación catalana para sacar adelante la ley sí ha estado “muy encima” de este asunto. “Cosas que pasan en campaña”, aseguran.
A pesar de las críticas hacia su principal aliado en la coalición, el partido liderado en la Cámara Baja por Gabriel Rufián se muestran dispuestos a aceptar este debate, eso sí, analizando previamente la propuesta lanzada este lunes por los morados. “Evidentemente tendremos que estudiarlo bien, pero por descontado que estamos a favor de regularlo", admiten a ElPlural.com.
ERC afea el movimiento de los morados después de "no mover ni un dedo" durante las negociaciones para desbloquear Vivienda
Por su parte, desde EH Bildu ponen el foco en la adecuidad de incluir esta reforma en la Ley de la Vivienda. “Se está generando una polémica que es desenfocada. Estamos acostumbrados a la maniobra de distracción del PNV de emplear el comodín de la llamada: la invasión competencial. En la Ley no viene nada de los topes a los pisos turísticos porque la competencia es de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas”, ha sostenido Oskar Matute en rueda de prensa.
“Es ahí donde se puede actuar en los pisos turísticos. No se necesita una norma estatal. Creemos que se equivocan. Nos extraña que no se den cuenta de que eso sí es una invasión competencial. Si no lo fuera tenemos dudas de que tuviera que venir regulada en la Ley de Vivienda”, ha insistido el dirigente vasco, que ha puntualizado el contenido del articulado ya acordado.
Así, según su postura si hay inmuebles de vivienda habitual que pasan a ser turísticas, “igual tiene más sentido en una ley de turismo”. “Sí hay la creación de un grupo de trabajo para alquileres de temporada y el alquiler de habitaciones. Si algo ha hecho EH Bildu ha sido velar para que no se produjera la invasión competencial. Nos hemos dejado la piel para evitarlo”, ha sentenciado.
La alternativa de Podemos
Los morados rehúyen la etiqueta "electoralista" que sus aliados han colocado sobre su propuesta. El portavoz del Grupo Confederal en el Congreso, Pablo Echenique, ha defendido este martes que la Ley de Vivienda comporta un "importante avance", pero ha resaltado que aún "quedan cosas por hacer", en una alusión a la enmienda que su formación ha puesto sobre la mesa y que se ha llevado el portazo del resto de fuerzas de la izquierda parlamentaria.
No obstante, Echenique ha transmitido que las conversaciones con el resto de grupos están abiertas. Negociaciones en busca de una "mayoría" que a estas horas se antoja imposible de armar. En cualquier caso, los morados entienden la cuestión competencial de fondo, pero remarcan que existen alternativas. "El Estado tiene todavía la potestad de fijar un cierto marco regulador general", percuten desde la formación morada tanto en público como en privado. Es decir, una estrategia similar a las de Educación o Sanidad, cuyas competencias también están transferidas a las diferentes autonomías. Por ello, concluyen que no se trata de un problema de ingeniería legislativa, sino de falta de "voluntad política".